Carcajadas resonaron en la casa de García, mientras las dos hermanas recordaban su más memorable experiencia haciendo tamales. «Liz, ¿te acuerdas de la vez que Joe estuvo moviendo la masa por siempre?», recuerda Olga Velásquez. Su hermana, Liz García se rió y luego explicó. «Un año nuestra mamá tenía la masa ya preparada. Bueno, pensé que había puesto suficiente manteca en la masa, así que puse a mi marido, Joe a amasar la masa para que se levantara. ¡Y vaya que él estuvo trabajando duro en esa masa! «Velásquez entró en juego y añadió:» Y él se detuvo después de un tiempo y le dijó a Liz ‘¿Estás segura de que no es necesario añadir más manteca? – Creo que necesitamos más», pero seguí diciéndole «no» y que él sólo tenía que seguir amasando, que tomaría algo de tiempo».

Las hermanas continuaron explicando que comprobaron repetidas veces si la masa estaba lista.

«El truco es tomar un pequeño pedazo de masa y ponerla en un vaso de agua, si flota entonces la masa está lista», explicó García. Así, Joe continuó durante casi una hora girando la masa una y otra vez, y cualquiera que haya tenido la difícil tarea de amasar sabe que extenuante que es. Cuando su madre llegó, puso a prueba la masa, sintiendo la textura, y luego le dijo a sus hijas: «Tiene razón necesitamos más manteca!» García se rió de nuevo, ante el recuerdo de los ojos de su marido ya muy cansado, «¡Joe aún lo recuerda también!»

«Es importante porque usted está aprendiendo algo especial. Básicamente, todo se reduce a la receta, porque cada uno tiene su propia receta y su propia manera de hacerlo. Una vez que pase la tradición a sus hijos, pueden transmitirla a sus hijos y así sucesivamente”.
Olga Velásquez

Las hermanas han sido parte de la tradición de hacer tamales, ayudando a su madre con diligencia todos los años desde que eran niñas. Esta tradición sagrada es la que se tiene en la más alta estima por la matriarca de la familia, Olga Pizarro. Después de su muerte en 2014, la familia se mantiene firme en la preservación de la tradición de hacer tamales a mano y seguir con la enseñanza de sus hijos, nietos y futuras generaciones de la familia.

Su gran familia de seis hermanos se encuentran dispersos entre Colorado, California y México. Las hermanas recordaron que su madre con frecuencia viajaba ida y vuelta a cada destino a visitar a todos sus hijos. García añadió: «Pero mamá siempre regresaba (a Colorado) cada año para hacer tamales.»

«Siempre fue la tradición de mi mamá el hacer tamales en la víspera de Navidad, pero rompí esa tradición hace unos años, y ahora hacemos tamales unos días antes de Navidad», dijo García. «Es más fácil para todos nosotros de esa manera, ya que todos tenemos nuestras propias familias.»

En su familia, las mujeres utilizan este tiempo como una manera de relacionarse y para pasar tiempo valioso juntos creando docenas de apetitosos recuerdos envueltos individualmente. García continuó: «Esto es importante para nosotros, ya que nos une como familia cada año. Es nuestra tradición – nuestros antepasados ​​lo estuvieron haciendo frente a nosotros, así que debemos seguir esa tradición».

El hacer tamales ha sido una importante tradición latina llevada generación a  generación  por varios cientos de años y probablemente continuará durante otros varios cientos de años. Para la familia García y de Velázquez, es una tradición que aprecian en su corazón y no tienen ninguna intención de dejar que se marchite y quede solo como un recuerdo.

«Es importante porque usted está aprendiendo algo especial. Básicamente, todo se reduce a la receta, porque cada uno tiene su propia receta y su propia manera de hacerlo. Una vez que pase la tradición a sus hijos, pueden transmitirla a sus hijos y así sucesivamente «, explicó Velásquez sobre la importancia de hacer tamales en las vacaciones. «Quiero que mi hija aprenda y le diga a sus hijos ‘esta es la receta de mi abuela’. Cuando mis hijos hayan crecido espero ir a la casa de mi hija y hacer tamales con ella y las familias de mis hijos».

Foto de Portada: Liz García guía a su sobrina Belén, mientras aprende a preparar la masa para tamales.

 

Traducción por Juan Carlos Uribe

 

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