Recientemente, Earthjustice representando a la Red de Acción contra Plaguicidas (PAN, por sus siglas en inglés) y al Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC), solicitó a un panel de tres jueces federales que ordenaran a la Agencia de Protección Ambiental (EPA), a actuar de acuerdo a sus propias conclusiones científicas y prohibir permanentemente el uso de clorpirifós, un plaguicida vinculado a numerosos peligros de salud, particularmente al desarrollo del cerebro en niños.
Los grupos solicitaron a la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito que ordenara a la EPA a tomar una decisión en los próximos 30 días en relación a la prohibición del uso de clorpirifós en los alimentos, dadas las repetidas conclusiones de la agencia sobre el peligro del pesticida. La medida ocurre una semana después de que la EPA se negó a prohibir el uso de clorpirifós a pesar de que sus propias investigaciones muestran que los clorpirifós contaminan el agua potable y alimentos, así como del suelo a través de filtraciones no planeadas. Además, la exposición prenatal a los clorpirifós está vinculada con un menor peso al nacer y problemas en el desarrollo neuronal del cerebro, tales como la reducción del coeficiente intelectual, trastornos de atención y obstáculos para el desarrollo motriz del infante.
«El presidente Trump y su EPA ignoraron órdenes judiciales y resultados científicos de la propia organización, que muestran que los clorpirifós son un riesgo permanente para la niñez, los trabajadores agrícolas, sus familias», dijo Patti Goldman, la abogada de Earthjustice para el caso. «Solicitamos a la corte que proteja a nuestros hijos, ordenando a la EPA a tomar medidas inmediatas para prohibir los clorpirifós».
En noviembre de 2016 la EPA publicó una evaluación actualizada de los riesgos relacionados a los clorpirifós, en donde concluyó que no existe un nivel seguro de exposición al químico cuando se ingieren alimentos o agua potable que tengan clorpirifós; y que lo mismo se puede decir del riesgo a la salud de los trabajadores expuestos al plaguicida diariamente, incluso cuando emplean los máximos controles de protección. La agencia también confirmó que se encontró clorpirifós en el ambiente de escuelas y hogares cercanos a zonas agrícolas.
«La EPA se niega a quitar este producto del mercado y no escucha las conclusiones de sus propios científicos, quienes afirman que este pesticida es tóxico», dijo Miriam Rotkin-Ellman, científica de NRDC. «Los padres de familia no deberían preocuparse por la presencia de un químico dañino en las frutas y verduras que dan a sus hijos. La salud de nuestros pequeños tiene que ser más importante que las ganancias de la industria agroquímica».
El uso residencial del clorpirifós fue prohibido hace 17 años. Sin embargo, este plaguicida neurotóxico sigue siendo utilizado ampliamente en alimentos tan comunes como las fresas, el maíz, el trigo y los cítricos. De hecho, más de la mitad de las manzanas y brócoli en Estados Unidos se rocía con clorpirifós.
«El inesperado apoyo de la EPA hacia los clorpirifós ante la abrumadora evidencia científica de daños infantiles señala un abandono más del deber de esta agencia bajo la administración de Trump», dijo Kristin Schafer, directora de política de PAN. «Si hace falta una orden judicial para que la EPA pueda soportar la presión del cabildeo de Dow, y en cambio haga lo apropiado para nuestros niños y sus familias, que así sea».
«La EPA dijo una y otra vez que este pesticida no es seguro», dijo Erik Nicholson, vicepresidente nacional de la Unión de Campesinos. «Ya ha pasado suficiente tiempo para que la EPA prohíba permanentemente todo el uso de clorpirifós, que deje de ceder a intereses corporativos y se concentre en el bienestar de nuestros trabajadores, sus hijos y quienes viven en zonas rodeadas por pesticidas».
Además de solicitar una orden para que la EPA prohíba cualquier uso de clorpirifós en alimentos, los grupos también solicitaron a la corte que la EPA cancele cualquier uso en activo y futuro de clorpirifós. La agencia de gobierno había estado bajo orden judicial para emitir un fallo el 31 de marzo como resultado a la petición del NRDC y PAN 2007 para prohibir el pesticida.
¿Qué es el Clorpirifós?
El clorpirifós es un pesticida neurotóxico ampliamente utilizado en la agricultura estadounidense. Normalmente se rocía en los cultivos para matar una variedad de plagas agrícolas y tiene un olor ligeramente a mofeta, similar a los huevos podridos o al ajo, y puede causar dañar la salud si se toca, inhala o digiere.
El clorpirifós es extremadamente tóxico y está altamente asociado a daños en el desarrollo neurológico en niños. Las exposiciones prenatales al clorpirifós pueden fomentar nacimientos de bajo peso, disminuir el coeficiente intelectual, ocasionar trastornos de atención y retrasos en el desarrollo motor en los infantes.
Su envenenamiento agudo suprime la enzima que regula los impulsos nerviosos en el cuerpo y puede causar convulsiones, parálisis respiratoria y, en casos extremos, la muerte. El clorpirifós es uno de los productos más relacionados con envenenamientos por pesticidas.
¿Cómo se Exponen las Personas al Clorpirifós?
Las personas pueden exponerse al clorpirifós a través de residuos químicos en alimentos, contaminación en agua potable o alguna derivación tóxica ocasionada por pesticidas. Los trabajadores agrícolas están especialmente expuestos a ella por la mezcla, manipulación y aplicación del mismo, así como por entrar en campos donde el químico ha sido rociado recientemente. Los usos residenciales del clorpirifós fueron en su mayoría prohibidos en el año 2000, cuando la EPA encontró enormes riesgos para los niños.
Los niños a menudo experimentan una mayor exposición al clorpirifós y otros pesticidas, debido a la frecuencia con la que ponen sus manos en su boca, porque en relación a su peso beben más agua y jugo, y comen más frutas y verduras que los adultos.
¿Qué Cultivos Tienen Clorpirifós?
El clorpirifós se utiliza en una gran variedad de cultivos, entre ellos manzana, naranja, fresa, maíz, trigo, cítricos y otras familias de alimentos que todo el país consume a diario. De hecho, más de la mitad de las manzanas y brócoli de Estados Unidos se rocía con clorpirifós.
El Programa de Datos sobre Plaguicidas del Departamento de Agricultura (USDA) encontró residuos de clorpirifós en cítricos y melones incluso después de ser lavados y pelados. Sin embargo, el clorpirifós es más utilizado en el maíz y la soja, con más de un millón de libras aplicadas anualmente a cada cultivo.
¿Hay Algo Que Pueda Hacer?
Escríbale a su representante político un exhorto en donde solicite la prohibición de este pesticida en nuestros alimentos, aguas, escuelas, patios y cuerpos. Envíele un mensaje hoy (earthjustice.org) mismo a sus representantes en el Congreso, a su gobernador y a su fiscal general y pídales que responsabilicen a la EPA por cualquier daño y que tomen las medidas necesarias para prohibir este pesticida neurotóxico.
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