Por Emmarie Huetteman

 

El refuerzo de la Ley de Asistencia Asequible (ACA) ha traído consigo algunos de los cambios más significativos para la asequibilidad de los seguros en más de una década.

Quienes han estudiado la legislación dijeron que lanzaría un salvavidas a los estadounidenses de bajos y medianos ingresos que ahora no cumplen los requisitos de elegibilidad del gobierno para la asistencia ACA.

Por ejemplo, Stephanie Salazar-Rodríguez, de Denver, Colorado, tiene la esperanza de que esto cambie las cosas. De no ser así, tendrá que gastar más de $10,000 en primas este año, después de perder su trabajo y su seguro en febrero.

Si sus ingresos anuales fueran $3,000 menos, podría pagar hasta $3,000 al año después de los subsidios.

«Para mí, eso no es riqueza», dijo Salazar-Rodríguez. «Somos personas que luchamos por sobrevivir».

La legislación también podría aliviar a personas que compran un seguro en los mercados y optan por pólizas con primas más bajas pero deducibles altos, y a menudo evitan buscar atención médica porque no tienen dinero para cubrir esos costos.

La mayoría de los casi 14 millones de personas inscritas en los planes que se venden en los mercados pagarían menos bajo las nuevas disposiciones, con la opción de utilizar esos ahorros para comprar un nuevo plan con un deducible más bajo.

«Por eso estoy pagando casi $1,000 al mes, porque sé que una hospitalización podría llevarme a la quiebra si no lo tuviera, y no puedo correr ese riesgo».
Stephanie Salazar-Rodríguez

La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estimó que 1,7 millones de personas adicionales se inscribirían en los mercados, de las cuales 1,3 millones no están aseguradas actualmente.

Los republicanos, que han intentado repetidamente derogar ACA, han machacado a los demócratas durante años con acusaciones de que muchos de los planes del mercado no son asequibles e impiden que la gente compre cobertura.

Argumentan que la nueva legislación ofrece una ayuda innecesaria a los estadounidenses más ricos y no hace nada por reducir el costo de los seguros.

El paquete de ayudas por covid también incluye otras propuestas para hacer la salud más asequible, especialmente para los desempleados. Las personas que reciben prestaciones por desempleo, que normalmente no pueden optar a los subsidios, podrían hacerlo temporalmente.

La Cámara de Representantes había incluido una disposición similar, pero sólo proporcionaba una subvención del 85%. Según la CBO, los cambios en el programa COBRA de la Cámara de Representantes habrían costado casi $8,000 millones y se esperaba que se inscribieran unos 2,2 millones de personas, lo que supondría una enorme expansión del programa de subsidios.

La legislación, que incluye una serie de disposiciones contra la pobreza, también ofrece un incentivo financiero adicional a una docena de estados que no han ampliado Medicaid, el programa que cubre a los estadounidenses con bajos ingresos.

La pandemia estimula los esfuerzos

Activistas y expertos en salud pública afirman que es fundamental ayudar a la gente a pagar un seguro médico, ya que millones de personas perdieron sus empleos durante la pandemia y, con ello, su seguro basado en el trabajo. Además, unos 59,000 estadounidenses contraen covid-19 cada día.

«Es lo que la gente no puede permitirse cuando ha perdido su trabajo», dijo Katie Keith, experta en ACA del Centro de Reformas del Seguro Médico de la Universidad de Georgetown.

Unas 15 millones de personas sin seguro podrían comprar uno a través de los intercambios, y la mayoría serían elegibles para subsidios nuevos o más grandes bajo la propuesta, según KFF.

Frederick Isasi, director ejecutivo de Families USA, que aboga por una atención médica asequible y que apoyó la aprobación de ACA, señaló que más de la mitad de las personas que reúnen los requisitos para la cobertura no pueden pagarla.

«El seguro médico es una cuestión de seguridad financiera y de seguridad sanitaria», dijo.

ACA calcula los subsidios en función de los ingresos del beneficiario, su edad y el costo promedio de las primas en su zona.

Algunos clientes del mercado, cercanos al nivel federal de pobreza y que ahora deben pagar parte de las primas de su bolsillo, podrían obtener un subsidio que pague todo el coste de un plan de plata, o de nivel medio.

El cambio también beneficiaría a los estadounidenses que ganan más que el límite de la subvención. Unos 3,4 millones de personas sin seguro entran en esta categoría, según el análisis del KFF.

Por ejemplo, en la actualidad, una persona de 60 años que gana $50,000 al año no paga más de $410 al mes de su bolsillo por un plan de plata en los intercambios, y el gobierno aporta $548 al mes.

Pero una persona de 60 años que gane $52,000 al año no recibiría ningún subsidio y tendría que pagar ella misma la totalidad de la prima, con un coste de unos $957 al mes por el mismo plan, según KFF.

Para Salazar-Rodríguez, ese límite tiene un alto costo para ella. Recientemente perdió su trabajo en una organización de salud comunitaria que ha sufrido durante la pandemia, y ahora paga $913 al mes de su propio bolsillo por el seguro.

En poco menos de un año, a los 65, tendrá derecho a Medicare. Por ahora, su edad es un lastre. Los estadounidenses de más edad, antes de la jubilación, pagan algunas de las primas más altas del país.

Tras haber trabajado ayudando a las personas a inscribirse en los intercambios, Salazar-Rodríguez se dirigió directamente al mercado para obtener cobertura cuando perdió su trabajo. Pero se sorprendió al descubrir lo elevadas que serían sus primas y que, debido a sus ingresos por su otro trabajo como consultora, no podía optar a un subsidio o a Medicaid.

Optó entonces por la cobertura COBRA que, según ella, tenía un coste comparable y más prestaciones que los planes no subvencionados que encontró en los intercambios en ese rango de precios.

Le preocupa tener que usar su tarjeta de crédito y necesitar un trabajo extra para poder pagar las primas. La pandemia ha hecho que sea impensable renunciar a un seguro, dijo. Muchos de sus seres queridos han tenido covid-19. Algunos amigos siguen sufriendo los síntomas meses después de haber enfermado. Ha perdido a un cuñado en Texas.

«Por eso estoy pagando casi $1,000 al mes, porque sé que una hospitalización podría llevarme a la quiebra si no lo tuviera, y no puedo correr ese riesgo», explicó Salazar-Rodríguez.

Los cambios son temporales

Aunque las correcciones de los subsidios son temporales, con una duración de dos años para hacer frente a las repercusiones económicas de la pandemia, los expertos y los legisladores esperan que los nuevos criterios acaben siendo permanentes.

El análisis de KFF reveló que los subsidios se reducirán gradualmente para las personas con mayores ingresos. Por ejemplo, un soltero de 60 años que gane unos $160,000 no recibirá un subsidio porque ningún plan de plata costará más del 8,5% de sus ingresos.

Brian Blase, miembro del Instituto Galen, un grupo sin ánimo de lucro que investiga la relación entre libre mercado y reforma sanitaria, criticó la propuesta en un análisis reciente, afirmando que traslada la carga del pago de las primas de los pagadores privados a los contribuyentes sin abordar las causas que hacen que las primas sean tan elevadas.

Muchos de los cambios del paquete de ayuda se remontan a la aprobación de ACA, una importante iniciativa en política doméstica del presidente Barack Obama que reformó el sistema de salud nacional. En su momento, quienes redactaron la ley esperaban que el Congreso observara su funcionamiento y realizara ajustes con el tiempo. Pero la ley se convirtió en un pararrayos para la oposición del Partido Republicano.

Para Keith, hay otras lagunas de cobertura que no se abordan en este paquete, como el llamado “fallo familiar”, en el que la elegibilidad de una familia para los subsidios del mercado se basa en si el coste de la cobertura por trabajo es asequible para un individuo, en lugar de la familia.

 

Emmarie Huetteman es una Corresponsal de noticias Kaiser Health News. Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorialmente independiente de la Kaiser Family Foundation que no está relacionado con Kaiser Permanente.

 

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