Mike Bone
Un viento frío sopla a través de una llanura ancestral. Un nómada montado en un caballo mira fijamente la puesta de sol rodeado por un mar de hierba. Esta es su herencia, aquí es donde su corazón se siente libre, en la gran extensión de la estepa que se extiende por cientos de millas en cada dirección. La pregunta sin respuesta: ¿Es un nómada mongol, un gaucho de la Patagonia, el estoico pastor basuto o el solitario vaquero del Oeste americano? Estas regiones de la estepa tienen muchas similitudes en la cultura, el estilo de vida y las plantas. El Jardín Botánico de Denver está en una posición única para estudiar estas regiones y profundizar en lo que hace a la estepa. Hay muchos factores que crean estas similitudes y aún así cada región tiene su propia identidad única.
En los Jardines, tenemos una lista de criterios que usamos para definir una región esteparia. Estos criterios nos ayudan a entender estas regiones y cómo se relacionan con nuestra estepa norteamericana. Algo importante de entender es que una estepa es una clímax entre otros tipos de hábitats. Estas áreas del mundo que son transiciones y bordean zonas ecológicas más definidas por la naturaleza hacen que la definición y delineación firme sea un desafío. Veamos algunos de los factores que usamos para definir la estepa.
Las grandes regiones esteparias son un punto caliente para la diversidad así como un hábitat increíblemente importante para la existencia humana. Estas son las fértiles praderas que son el hogar de la mayoría de las tierras de cultivo agrícola. Sin la estepa no seríamos capaces de alimentarnos como especie.
El diccionario define la estepa como una vasta llanura sin árboles. Esa es una gran simplificación. Las regiones esteparias existen fuera de los trópicos, lo que significa que hay cuatro estaciones distintas. Eso nos lleva a una de las características más importantes de la estepa, que hay un extremo en las temperaturas de verano a invierno. Ahora bien, no todas las zonas al norte o al sur de las líneas de los trópicos son esteparias, por lo que tenemos que seguir entendiendo. La estepa existe principalmente en la sombra de las grandes cadenas montañosas. Esto es muy generalizado y cierto para la estepa de América del Norte y del Sur. Una sombra de lluvia es lo que ocurre cuando el agua se evapora y se acumula en las nubes y luego se libera en las montañas, lo que crea aridez en el lado de sotavento de las montañas. Esta fría y árida llanura es una estepa. Estar en un paisaje tan árido hace que el crecimiento de los árboles nativos sea muy poco probable, de ahí el predominio de los pastos y las hierbas. Una llanura fría, árida, con sombra de lluvia y sin árboles es un resumen realista de la estepa. Cuando se define por esos parámetros suena como un hábitat bastante difícil, incluso poco acogedor, de entender. Pero no puede ser todo malo, ¿verdad?
Las grandes regiones esteparias son un punto caliente para la diversidad así como un hábitat increíblemente importante para la existencia humana. Estas son las fértiles praderas que son el hogar de la mayoría de las tierras de cultivo agrícola. Sin la estepa no seríamos capaces de alimentarnos como especie. En los días anteriores a las carreteras, los coches, los aviones y los trenes, las estepas eran el lugar y la forma en que los humanos migraban a través de los continentes. El gran ejemplo de esto es la ruta de la seda, donde se intercambiaron especias, textiles y otros bienes durante miles de años. Denver, Colorado es muy parecida a una de estas antiguas ciudades de la ruta de la seda. Denver está en la base de las Montañas Rocosas del Sur, en la confluencia de algunos de los principales cursos de agua. Denver ha sido el centro del comercio y de los suministros para las carreras de oro y plata, ha sido un cruce de caminos para rebaños de animales, y en un tiempo fue considerada la capital mundial de las flores cortadas. Estas regiones de la estepa se adaptan de manera única a la vida humana – tienen mucho sol brillante, agua fresca de los arroyos y ríos, vistas abiertas para ver a lo largo de kilómetros y kilómetros con la belleza y la maravilla de las montañas siempre a mano. Los atardeceres de Denver son legendarios debido a las montañas.
Habiendo viajado y estudiado las plantas, lugares y maravillosas culturas de la estepa en los cinco continentes, todavía no hay un lugar como Denver. Estas estepas crean un verdadero sentido de lugar y nosotros, como especie, nos debemos a nosotros mismos el entender cuán importantes son. Proteger la diversidad de la flora y la fauna, el agua y las fuentes de energía es protegerse y conservarse. Estas maravillosas estepas unen nuestras historias colectivas. Así que tal vez en lugar de decir «Denver y las estepas», deberíamos decir que Denver es la estepa.
Mike Bone es el Conservador de las Colecciones de Estepa en el Jardín Botánico de Denver.
Traducción por Juan Carlos Uribe-The Weekly Issue/El Semanario.
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