Por Isiah Holmes
Más de 4.000 personas se reunieron el domingo para una marcha anual del Primero de Mayo organizada por Voces de la Frontera, el grupo de derechos de los trabajadores inmigrantes con sede en Milwaukee, WI. La marcha marcó el inicio de una serie de acciones de dos días «Días sin latinos e inmigrantes» en Wisconsin y en otros 17 estados.
Durante años, Voces ha organizado la marcha y la concentración del Primero de Mayo en el Edificio Federal de Wisconsin. El domingo, los organizadores de la marcha señalaron al senador republicano Ron Johnson, que tiene una oficina en el Edificio Federal, como una razón clave para que la reforma migratoria no se aprobara en Washington D.C. el año pasado. Christine Nuemann-Ortiz, directora ejecutiva de Voces de la Frontera, habló de los meses de lucha que llevaron a ese fracaso. «Estuvimos aquí el 11 de octubre del año pasado», dijo Nuemann-Ortiz, «en otra huelga del Día Sin Latinos e Inmigrantes exigiendo que Johnson votara por la reforma migratoria en Build Back Better en el Congreso».
Ella llamó a la multitud reunida fuera del Edificio Federal, «Les pregunto, ¿lo hizo? No, no lo hizo. Así que estamos aquí para decirle al senador Johnson: Lo vemos. Conocemos su vergonzoso historial. Se ha enriquecido descaradamente mientras votaba contra los trabajadores y las familias inmigrantes. Johnson, estamos aquí para decir, y decirlo conmigo, ‘¡Qué vergüenza!'». Nuemann-Ortiz pidió al presidente Joe Biden que utilice la autoridad ejecutiva para ampliar las protecciones de los trabajadores inmigrantes, especialmente después de que fracasara una reforma más amplia el año pasado.
El lunes, los activistas por los derechos de los inmigrantes viajaron a Madison, WI, para abogar por la restauración de las licencias de conducir y la igualdad de la matrícula estatal para los estudiantes inmigrantes. «El presidente Biden describió nuestros esfuerzos nacionales para luchar contra el COVID-19 y salvar a nuestras familias como una guerra», dijo Nuemann-Ortiz, «y estamos aquí para recordarle a él y a los miembros del Congreso que los trabajadores inmigrantes han sido héroes en el frente, sacrificándose por nuestro bienestar, y Biden debe honrar sus sacrificios y contribuciones.»
El alcalde de Milwaukee, Cavalier Johnson, que intervino en la marcha del Primero de Mayo, destacó el lugar que ocupan los inmigrantes en la identidad del país y de la ciudad. «Nos vemos como una nación de inmigrantes», dijo Johnson. «Gente de todo el mundo llama a la ciudad de Milwaukee su hogar, esa ha sido siempre una de nuestras mayores fortalezas». Y añadió: «Por eso apoyo una reforma migratoria integral y órdenes ejecutivas para proteger a todos los inmigrantes. …Tenemos que asegurarnos de que la gente sepa que los inmigrantes impulsan las economías locales, que trabajan duro y pagan su parte justa, que contribuyen a nuestro crecimiento económico en todas nuestras comunidades. Los beneficios económicos y las contribuciones que aportan los inmigrantes benefician a todos en esta ciudad y en el país.»
Israel Peña, que llegó a Estados Unidos en 2008, es uno de esos trabajadores. Peña se dirigió a la multitud en español, que luego fue traducido por otros en el escenario. «He trabajado en las bodegas de California», dijo Peña, «y en los campos cosechando nueces, almendras, cerezas y melocotones. He lavado coches en un lavadero. He trabajado en la construcción y en restaurantes, y actualmente estoy trabajando en una empresa de fabricación aquí en Wisconsin. En cada uno de estos trabajos, he puesto mi mejor esfuerzo y dedicación, con el objetivo de poder cuidar a mi familia y contribuir a la economía de este gran país.»
Peña ha apoyado y se ha involucrado en el movimiento por los derechos de los inmigrantes desde 2016, y no sin riesgo. Después de la marcha de octubre, Peña dijo que fue despedido de su trabajo por asistir. Voces de la Frontera le ayudó a recuperar su trabajo. «Por eso me motiva seguir apoyando a esta organización y a marchas como esta», dijo Peña, «exigiendo que el presidente Biden use su poder ejecutivo para proteger a todos los inmigrantes y para que nuestros legisladores en Wisconsin nos den licencias de conducir, algo que la comunidad hispana necesita urgentemente.»
“Condenamos a los demócratas que se están poniendo vergonzosamente del lado de los republicanos y cediendo a la política del odio y el miedo al defender el Título 42.»
Christine Nuemann-Ortiz, Voces de la Frontera
Especialmente tras la elección del expresidente Donald Trump en 2016, los activistas por los derechos de los inmigrantes comenzaron a presionar contra la escalada de políticas antiinmigrantes. Una de esas políticas autorizó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a delegar en las fuerzas del orden locales para que ayuden en las operaciones de deportación e inmigración. El gobierno de Biden se enfrenta a nuevos desafíos en materia de política de inmigración, ya que ha tratado de deshacer las políticas de la era de Trump y las del ex presidente Barack Obama.
El Título 42, que se activó en marzo de 2020 para rechazar a todos los solicitantes de asilo en la frontera estadounidense alegando la emergencia de la pandemia y el riesgo de propagación del COVID-19, sigue en vigor, a pesar de que Biden prometió poner fin a la política. A finales de abril, un juez federal bloqueó temporalmente la derogación del Título 42 por parte de Biden.
Lo que se haga con el Título 42 ha sido un tema candente, incluso entre los candidatos demócratas al Senado. El ejecutivo del condado de Outagamie, Tom Nelson, uno de los candidatos a las primarias demócratas que espera enfrentarse al republicano de Wisconsin Ron Johnson en otoño, declaró en un tuit a finales de abril que «el Título 42 ha alimentado la crisis fronteriza.» Añadió que «en 2019, el 7% de los cruces fronterizos ilegales eran cruces repetidos. Hoy, la tasa es del 27%. El Título 42 es una política cruel e inhumana que ha comprometido la seguridad de las familias migrantes y ha socavado la seguridad de nuestro país.»
Otros candidatos, como la vicegobernadora Mandela Barnes, la tesorera estatal Sarah Godlewski y el ejecutivo de los Milwaukee Bucks Alex Lasry, han expresado su apoyo a un plan que ofrecerá la Administración Biden antes de levantar el Título 42. En una declaración a Politico Barnes dijo: «Necesitamos tener un plan para asegurarnos de que mantenemos a los solicitantes de asilo y a la gente en los EE.UU. a salvo antes de levantar el Título 42». El 24 de abril, Nelson arremetió contra la reticencia a poner fin a esta política. «Los demócratas tienen que enderezarse y conseguir una columna vertebral», dijo Nelson. «Abrazar una política de inmigración racista de Trump es vergonzoso: una cobardía política de primer orden».
En una declaración del 1 de abril, el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, dijo que la aplicación de la ley de inmigración continuará aunque se desactive el Título 42. «Permítanme ser claro», dijo Mayorkas, «aquellos que no puedan establecer una base legal para permanecer en Estados Unidos serán expulsados». Mayorkas añadió: «Estamos aumentando nuestra capacidad para procesar a los recién llegados, evaluar las solicitudes de asilo y expulsar rápidamente a los que no reúnen los requisitos para recibir protección. Aumentaremos el personal y los recursos según sea necesario y ya hemos redistribuido más de 600 agentes de la ley a la frontera.»
Pocos días antes de la marcha del Primero de Mayo, Nuemann-Ortiz denunció el mantenimiento del Título 42. «Todas las personas que huyen de condiciones peligrosas deben ser acogidas con dignidad y recibir un proceso seguro, humano y ordenado para solicitar asilo», dijo. «Condenamos enérgicamente a los republicanos que se aprovechan de la desesperación de las familias que buscan protección defendiendo el cruel y discriminatorio Título 42, avivando el racismo y el odio contra los inmigrantes negros y morenos».
Nuemann-Ortiz también dijo: «Condenamos a los demócratas que se están poniendo vergonzosamente del lado de los republicanos y cediendo a la política del odio y el miedo al defender el Título 42.»
Karina Tweedell, una inmigrante ucraniana que llegó en 2007, se enfrentó a lo que llamó un doble estándar en la política de inmigración de Estados Unidos mientras hablaba en la manifestación del Primero de Mayo el domingo. «Hoy especialmente, soy muy consciente de mi privilegio de estar a salvo, de tener mis necesidades cubiertas, de hablar libremente y de ser escuchada», dijo Tweedell, cuya familia se trasladó a Milwaukee para escapar de la agresión rusa en 2014. «Mientras hablamos, millones de personas en mi país de origen no tienen esta oportunidad debido a la violencia no provocada infligida por Rusia. Sin embargo, también millones de personas aquí en Estados Unidos no tienen acceso a la atención sanitaria, a la educación y a la igualdad salarial.»
Cuando llegó a Estados Unidos en 2007, Tweedell recuerda que su padre le dijo que se asimilara. «Pensé que si sonaba, parecía y actuaba como los estadounidenses que me rodeaban en el pequeño pueblo de Indiana, eso me ayudaría a tener éxito en la vida. Francamente, así fue, y ése es el problema», dijo. Y añadió: «Todos somos dignos de ser tratados con dignidad, independientemente de dónde vengamos o de quiénes seamos. En lugar de ajustarnos a un sistema que está roto, tenemos que ajustar el sistema».
Tweedell pidió que se derogue el Título 42 y que la gente extienda sus simpatías a todos los refugiados, no sólo a los ucranianos. «Uno no debería tener un determinado pasaporte para tener acceso a los derechos humanos básicos, un determinado aspecto para que su vida importe», dijo. «Es fácil despreciar el dolor de otro ser humano cuando piensas que no es como tú: esa gente de otros países, esos niños que no están en nuestros barrios, esos trabajadores que hablan una lengua diferente. Estoy aquí para decirlo en voz alta: las personas que buscan asilo, independientemente de su procedencia, merecen nuestra protección».
Isiah Holmes es reportero de Wisconsin Examiner. Esta historia fue publicada originalmente por Wisconsin Examiner
Traducido por Juan Carlos Uribe-The Weekly Issue/El Semanario.
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