Protejamos a Nuestros Niños

El público ha hablado, pero el Presidente Trump no está prestando atención. En la última encuesta sobre si los niños DACA deben o no ser protegidos de la deportación y permanecer en este país, el 87% votó a favor de mantenerlos aquí. El tema ha sido muy visible en la pantalla de radar del gobierno federal como una cuña desde hace bastante tiempo, manipulado por los caprichos de la estructura de poder en el Congreso -esencialmente se ha convertido en un fútbol político. Demostrando su habitual ambivalencia y su comportamiento reservado, Donald Trump se niega a prestar atención a sus electores y adversarios que han acudido a la mesa de negociaciones para negociar. Cuando esto se combina con los seguidores republicanos de Trump en el Congreso que no tienen el valor de hacer lo que es correcto aun a petición de la voluntad pública, el gobierno se ha vuelto inoperable. Permítanme ser claro en este asunto, el gobierno federal ha sido inútil durante más de un año. La aprobación de una solución presupuestaria a corto plazo no solucionará el problema. Protejamos a los niños.

La actual administración federal aprobó la reforma tributaria supuestamente para los sectores de clase media y obrera de nuestra nación con el fin de aumentar su poder adquisitivo. Trump lo considera una victoria para los republicanos, con una negativa a esclarecer los efectos negativos que esto tendrá en los estadounidenses de clase media y baja y el creciente déficit.

Más de doscientos mil inmigrantes salvadoreños y haitianos esperan en el abismo una decisión sobre su futuro status. La realidad es que el Presidente tiene dificultades para encontrar un equilibrio en sus iniciativas de política: para él es mi camino o la autopista. Su lúgubre fracaso en la construcción del muro entre los dos países presiona sus botones.

Proteger a nuestros niños y niñas contra el incesante ataque contra la Acción Diferida para la Llegada de Niños y Niñas (DACA, por sus siglas en inglés) está dirigido al bienestar de los jóvenes que para todos los propósitos prácticos son ciudadanos estadounidenses. No han violado ninguna ley, pero han estado sujetos a políticas de inmigración censurables que destruirán sus voluntades y las aspiraciones de miles de familias, obligándolas a tomar decisiones inhumanas en cuanto a su seguridad y protección. La reciente deportación de Jorge García, quien había estado en este país por 30 años, demuestra la brutalidad e insensibilidad que el presidente Trump tiene hacia otros seres humanos.

Lo que los legisladores de derechas no entienden es que los inmigrantes contribuyen a la economía y el estilo de vida de los Estados Unidos a través del trabajo arduo. Los niños DACA y sus padres no son sanguijuelas como lo reporta nuestra actual administración, son familias trabajadoras que son leales a este país. Los datos de United We Dream (UWD), el National Immigration Law Center, investigadores de la Universidad de California y el Center for American Progress nos informan que los beneficiarios de DACA «continúan haciendo contribuciones positivas y significativas a la economía, incluyendo salarios más altos, lo que se traduce en mayores ingresos tributarios y un crecimiento económico que beneficia a todos los estadounidenses». Muchos estudiantes de DACA se han graduado de universidades americanas y han establecido negocios que contratan trabajadores, añadiendo más ingresos tributarios. Otro segmento de la población inmigrante se ha unido a las fuerzas militares estadounidenses para proteger la democracia estadounidense. Los inmigrantes que sirven en el ejército de los Estados Unidos tienen profundas raíces históricas. Los no ciudadanos han luchado en y con las fuerzas armadas de Estados Unidos desde la Guerra Revolucionaria. Según One American,»cada año alrededor de 8.000 no ciudadanos se alistan en las fuerzas armadas. Según el Departamento de Defensa a partir de 2008,»más de 65.000 inmigrantes (no ciudadanos y ciudadanos naturalizados) estaban prestando servicio activo en las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos».

El 6 de marzo está previsto que el presidente Donald Trump tome una postura oficial sobre la revocación de DACA; ¿por lo tanto, es difícil determinar qué será de los 800.000 estudiantes DACA? Los estadounidenses deben presionar para que se resuelva inmediatamente.

Nuestra lucha contra los tentáculos de injusticia social y económica crece a medida que esta tripartita de afirmaciones hechas por el actual gobierno y construidas sobre falsas suposiciones sobre un segmento de trabajadores obreros no tiene fundamento. Con la dinámica actual en juego nos enfrentamos ahora a obstáculos aún mayores con un presidente incompetente y lo que queda de su administración.

¡Protegamos a nuestros hijos!

El Dr. Ramón Del Castillo es periodista independiente. 19 de enero de 2018 Ramón Del Castillo.

Traducción por Juan Carlos Uribe

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