• May 5th, 2024
  • Sunday, 12:08:35 PM

Licencia Pagada: Podemos Hacer Mejor


Foto: COLOR ¿Realmente creemos que es justo exigirle a la gente que elija entre llevar a un miembro de la familia al médico si está enfermo o tener la capacidad de llegar a fin de mes con todos los gastos?

Imagina que acabas de salir de un matrimonio violento y abusivo. Que pierdes tu casa y terminas sin un lugar donde vivir. Que no tienes mucho apoyo porque emigraste de Venezuela y no tienes familia aquí. Imagina también que trabajas duro para reconstruir tu vida y de pronto recibes una llamada desde casa donde te avisan que tu padre murió y que tu madre de 71 años quien vive con esclerosis múltiple avanzada y está en silla de ruedas te necesita. Como puedes consigues el dinero trabajando tres trabajos para traerla a vivir contigo a Colorado.

Esto no es solo una historia – es mi historia. Vivíamos en un garaje deteriorado que fue convertido en un estudio-apartamento. Recuerdo que el cuarto de baño no tenía puerta, y lo más cara en aquel lugar era la cama de hospital que compré de segunda mano para mi mamá después de juntar alrededor de 300 dólares. Fue una ardua labor.

Procesamos la petición de mi madre, Teo, para su residencia legal permanente, pero como residentes no podemos optar por apoyo público porque no somos ciudadanas. Mi madre no puede trabajar y nuestro hogar cuenta con un solo ingreso. Sin embargo, estamos por encima de la línea de pobreza y por lo tanto no somos elegibles para programas de ayuda diseñados para las comunidades de bajos ingresos.

No puedo poner a mi madre en mi plan de salud médico que obtengo por medio de mi trabajo. A pesar de que Teo depende cien por ciento de mí, tampoco es elegible para cobertura de salud a través de mi seguro porque los únicos dependientes que califican son los hijos y los cónyuges. También hay un período de espera de cinco años para la elegibilidad de Medicaid para los residentes.

Mi madre es casi parapléjica, por lo que las únicas cosas que puede hacer por sí misma es cepillarse los dientes y alimentarse. Diariamente ella necesita un montón de cuidados para subsistir. Eso significa que hago malabares con el baño, el cambio de pañales, la ropa y la alimentación antes y después de mis horas de trabajo. También pago cuidados personales durante las horas que no estoy en casa. Me he gastado hasta más de $ 1,000 por mes para que la cuiden medio tiempo mientras estoy en el trabajo.

Yo he trabajado muy duro para cuidar a mi madre. Soy responsable de su vida y su salud. No cambiaría eso. Me siento honrada de poder proporcionar esto para la mujer que me crió y me apoyó toda mi vida. Sin embargo, esto es mucho más difícil para familias como la mía cuando nos enfrentamos a situaciones donde podemos perder nuestros ingresos o cuando se les niega el pago de salario para cuidar para a un ser querido. La condición de mi madre me exige estar al pendiente de citas y tratamientos médicos para que mantenga una buena salud. Parece simple que alguien como yo no tenga que elegir o el ingreso que necesito para llegar a fin de mes o el compromiso que he hecho para apoyar a mi madre.

Se estima que más de 4 millones de personas en Estados Unidos están cuidando a un ser querido de edad avanzada. El cuidar a un ser amado es una de las tareas más importantes que alguien puede emprender, pero no es fácil. Ello implica importantes cargas financieras, físicas y emocionales. Lo menos que podemos hacer es proponer soluciones políticas que proporcionen mayor seguridad a las familias y que éstas sean capaces de cumplir con el compromiso que han hecho con sus seres queridos y ayudar a que todos puedan llevar una vida más saludable.

¿Realmente creemos que es justo exigirle a la gente que elija entre llevar a un miembro de la familia al médico si está enfermo o tener la capacidad de llegar a fin de mes con todos los gastos? Por eso estoy orgullosa de trabajar con organizaciones que están apoyando la propuesta de ley en la Cámara de Representantes 1307, Ley de Seguro de Licencia Familiar y Médica (FAMLI).  Este proyecto de ley es simple: la gente paga cuotas del seguro de licencia familiar para cuando lo necesiten. De ese modo pueden tomar días pagados para cuidar de alguien que lo necesita y pueden hacerlo sin tener que elegir entre pagar el alquiler, comprar alimentos y/o pagar el teléfono. Cuando estaba juntando fondos para recuperarme y para traer a mi madre aquí para cuidarla, tuve que tomar ese tipo de decisiones. Pero no deberíamos poner a nadie en esa situación. Podemos hacer mejor las cosas. Podemos hacer más por la comunidad. Este proyecto de ley es un comienzo importante.

Espero que cuando los legisladores consideren este proyecto de ley piense en mí y en mi madre. Espero que piensen en personas que simplemente están tratando de estar ahí para apoyar a su familia.

Victoria Gómez Betancourt es una defensora de la justicia reproductiva y activista de aborto positivo de Caracas, Venezuela.

Victoria Gómez Betancourt
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