• May 6th, 2024
  • Monday, 08:11:50 PM

La Codicia Tiene los Días Contados


Foto: Javier Sierra Desobediencia civil ante el Congreso exigiendo acción climática

Javier Sierra

 

La Madre Naturaleza nos suplica actuar, en medio de alarmantes muestras de lo que los científicos llaman el caos climático.

La más clara de todas son los dantescos incendios que llevan meses asolando el Continente de Australia. Las llamas han devorado una extensión equivalente a la de Guatemala, más de 3.000 edificios, las vidas de al menos 30 personas y las de mil millones de animales.

La peor catástrofe de la historia australiana estalló tras el año más seco y la peor sequía que se recuerdan en ese continente. Si a esto agregamos que desde noviembre se han registrado temperaturas superiores a los 50o centígrados (122o F), la vegetación se convirtió en yesca que arde con suma facilidad.

La ciencia nos confirma una vez más que la crisis climática empeoró las condiciones que detonaron este horror. El climatólogo Michael Mann, catedrático distinguido de Penn State University, advirtió que la voracidad de los incendios ha llegado hasta tal punto que Australia se arriesga a tener sus primeros refugiados climáticos.

“Estamos viendo las primeras fases de cambios climáticos monumentales y catastróficos que en última instancia expulsarán a la población de grandes áreas de este continente,” dijo Mann, de visita en Australia, a Bloomberg News.

Australia —el mayor exportador de carbón del mundo— lleva décadas desoyendo las advertencias de la ciencia climática. Y de remate, el gobierno australiano ha aprobado la construcción de una de las mayores minas de carbón del planeta.

¿Qué hacer para detener esta locura? Mucho. Estos son solo algunos ejemplos de la fenomenal fuerza de cambio en la que se ha convertido el activismo climático.

Tras una década de campañas para desinvertir en combustibles fósiles, esta estrategia se ha apuntado espectaculares victorias. Hasta el momento, la más brillante se llama Black Rock, la mayor firma inversora del planeta, con activos de $7 billones (trillions). Su presidente, Larry Fink, anunció que “pondrá el cambio climático en el centro de su estrategia inversora”, la cual incluye el mayor portafolio de combustibles fósiles del mundo financiero.

Además, las compañías de seguros han dejado de cubrir unos $8,9 billones de inversiones carboneras, cerca del 40% de esta industria, la que más ha contribuido a la crisis climática.

Hay más. Tras años de resistencia al activismo climático, el enormemente influyente Banco Europeo de Inversiones finalmente anunció que a partir de 2021 dejará de financiar proyectos de combustible fósiles.

Pese a ser el más notorio negacionista climático y apoyar arbitrariamente a la industria carbonera, durante sus tres años de mandato, Donald Trump ha presenciado el cierre de 71 plantas de combustión de carbón y otras 65 han anunciado su próximo retiro.

En el Reino Unido, Tim Eggar, presidente de la Autoridad de Petróleo y Gas de ese país, admitió que su sector “está perdiendo su licencia social para operar”. “Claramente, el cambio climático está ocurriendo. El debate se terminó”, agregó. “Tenemos que actuar mucho más prontamente para reducir nuestra huella de carbono”.

La catástrofe australiana es una nueva prueba de que estamos en una emergencia climática. La Unión Europea así lo declaró hace unos meses y España se convirtió este mes en el país más reciente en hacerlo. Hasta el momento, 1.330 jurisdicciones y gobiernos locales de todo el mundo han declarado una emergencia climática, lo cual cubre a unos 810 millones de personas.

Que quede claro, sin embargo, que muchas de estas victorias son incompletas e insuficientes. La codicia sigue siendo el principal combustible de la crisis climática. Depende del resto de la humanidad convencer a la codicia que tiene los días contados.

 

Javier Sierra es un columnista del Sierra Club. @javier_SC

 

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