Por Anna Almendrala
Funcionarios del condado de Los Angeles atribuyen la dramĆ”tica disminución de casos y muertes por COVID-19 entre afroamericanos y latinos, en los Ćŗltimos dos meses, a la agresiva aplicación de las normas de salud en los lugares de trabajo y a la apertura de lĆneas para denunciar si no se cumplen.
Ahora, los funcionarios buscan consolidar esos logros creando comités de empleados capacitados para detectar transgresiones en la prevención de COVID-19, y corregirlas o reportarlas, sin temor al despido o al castigo.
Cal/OSHA, la autoridad estatal de seguridad y salud en el trabajo, estĆ” abrumada con quejas y denuncias sobre el incumplimiento de las normas anti-COVID; y los supervisores de salud del condado āhabĆa 346 hasta el 9 de octubreā no pueden vigilar los mĆ”s de 240,000 negocios de Los Angeles, segĆŗn activistas.
Los comitĆ©s ayudarĆan a evitar que Los Angeles retroceda en su esfuerzo por mitigar los casos y las disparidades raciales en el otoƱo, ya que es probable que mĆ”s empresas vuelvan a la actividad, seƱaló Tia Koonse, investigadora del UCLA Labor Center y coautora de la evaluación sobre la propuesta para formar comitĆ©s de empleados.
Se espera que la Junta de Supervisores del condado de Los Angeles apruebe una ordenanza este mes para que los negocios permitan que los empleados formen los comitĆ©s, lo cual solucionarĆa los problemas de incumplimiento e informarĆa al departamento de salud cuando sea necesario.
Los crĆticos, incluyendo muchos lĆderes empresariales, dicen que la medida crearĆ” mĆ”s burocracia en el peor momento posible para la economĆa. Pero grupos laborales y algunas empresas aseguran que es crucial para combatir la pandemia.
A trabajadores de diferentes partes del paĆs se los despidió o castigó por quejarse de violaciones de seguridad relacionadas con COVID, y las leyes que los protegen no son consistentes.
āLos trabajadores tienen derecho a estar en un espacio seguro y no deben sufrir represaliasā por seƱalar prĆ”cticas deficientes, dijo Barbara Ferrer, directora del Departamento de Salud PĆŗblica del condado de Los Angeles. Los trabajadores con bajos salarios han estado āen enorme desventajaā al tener que trabajar fuera de casa en contacto con otras personas, a menudo sinĀ protección suficiente, aƱadió Ferrer.
Durante el aumento de los casos de COVID que siguieron a las reuniones familiares del fin de semana de Memorial Day y a la apertura de negocios, los latinos (que pueden ser ser cualquier raza) en Los Angeles tenĆan una tasa de mortalidad cuatro veces mayor que la de los blancos no hispanos, mientras que las personas de raza negra tenĆan el doble de probabilidades que los blancos no hispanos de morir por la enfermedad.
Dos meses despuĆ©s, las tasas de mortalidad entre personas de raza negra y latinos habĆan disminuido a casi la mitad y se estaban acercando a la tasa de los blancos no hispanos, segĆŗn los datos ajustados por edad del departamento de salud del condado.
Mientras que a finales de julio el nĆŗmero de latinos que daban positivo por COVID era cuatro veces mayor que el de blancos no hispanos, a mediados de septiembre los Ćndices de casos de latinos eran sólo un 64% mĆ”s altos. La tasa de positividad entre las personas de raza negra era un 60% mĆ”s alta que la de los blancos a finales de julio, pero la disparidad habĆa disminuido a mediados de septiembre.
Los expertos no saben si una polĆtica concreta es la responsable de esta disminución de muertes. AdemĆ”s, las tasas estatales y de los condados han disminuido para toda la población en las Ćŗltimas semanas. Pero Ferrer atribuyó el progreso a que su departamento se centra en el cumplimiento de las directrices de salud en el lugar de trabajo, que incluyen reglas sobre el distanciamiento fĆsico, proveer cubrebocas para los trabajadores y tambiĆ©n exigir a los clientes que las usen.
āPara los que no cumplan con las directrices, en este momento podemos emitir citaciones, o hay casos en los que simplemente cerramos el lugar porque la transgresión es mayorā, explicó.
Las agudas disparidades raciales, que caracterizaron a la pandemia desde el principio, estĆ”n ahora bajo mayor escrutinio ya que California se ha convertido en el primer estado que ha hecho de la āequidad en saludā un factor a la hora de permitir una reapertura ampliada.
Es posible que los condados grandes no avancen hacia la reapertura total hasta que sus vecindarios mÔs desfavorecidos, y no sólo el condado en su conjunto, cumplan o estén por debajo de los niveles de enfermedad previstos. Los criterios obligan a los gobiernos locales a invertir mÔs en pruebas, rastreo de contactos y educación en los barrios pobres con altos niveles de la enfermedad.
El enfoque de Ferrer en el lugar de trabajo se cristalizó durante una intervención en Los Angeles Apparel, una fĆ”brica de ropa que se habĆa puesto a fabricar mĆ”scaras faciales durante la pandemia. A pesar del inventario de mĆ”scaras, un brote en la fĆ”brica resultó en al menos 300 casos, y cuatro muertes.
El departamento de salud intervino despuĆ©s de una denuncia de los centros de salud comunitarios que se vieron desbordados por los trabajadores enfermos de Los Angeles Apparel. El departamento cerró la fĆ”brica el 27 de junio. Esa acción resaltó la necesidad de unir al gobierno y a los sindicatos para luchar contra la pandemia, indicó Jim Mangia, CEO de St. Johnās Well Child & Family Center, una cadena de centros de salud comunitarios en el sur de L.A.
āEn el St. Johnās, casi todos nuestros pacientes son trabajadores pobresā, explicó Mangia. āSe contagiaban en el trabajo y lo llevaban a sus familias, y creo que intervenir en el lugar de trabajo es lo que realmente marcó la diferenciaā.
Al principio de la pandemia, Ferrer tambiĆ©n habĆa establecido una lĆnea de denuncia anónima para los empleados que quisieran reportar incuplimientos en el lugar de trabajo. Recibe unas 2,000 llamadas a la semana, segĆŗn Ferrer. Hasta el 10 de octubre, el sitio web del departamento nombra 132 lugares de trabajo que han tenido tres o mĆ”s casos confirmados de COVID-19, con un total de 2,191 positivos. Otra tabla, con fecha 7 de octubre, enumera 124 citaciones, la mayorĆa a gimnasios y lugares de culto, por no cumplir con una directriz de un oficial de salud.
āAfortunadamente, no somos como Cal/OSHA, en el sentido de que no nos lleva meses completar una investigaciónā, comentó Ferrer. āSomos capaces de movernos mĆ”s rĆ”pidamente siguiendo las órdenes del oficial de salud para asegurarnos de que estamos protegiendo a los trabajadoresā.
Los comitĆ©s de salud pĆŗblica son la siguiente fase del plan de Ferrer para mantener a los trabajadores seguros. El plan surgió de la respuesta de Overhill Farms, una factorĆa de alimentos congelados en Vernon, California, despuĆ©s de un brote de mĆ”s de 20 casos y una muerte. La fĆ”brica y su agencia de trabajo temporal fueron penalizadas con mĆ”s de $200,000 en multas propuestas por Cal/OSHA en septiembre, pero antes de que llegaran las multas, la dirección de la fĆ”brica reaccionó celebrando reuniones con los trabajadores para mejorar la seguridad.
āEncontraron que los trabajadores les ayudaron a bajar la tasa de infección y ayudaron a resolver los problemasā, dijo Roxana Tynan, directora ejecutiva de la Alianza de Los Angeles para una Nueva EconomĆa, una organización de defensa de los trabajadores.
Si bien no es exactamente un caso que ensalce la generosidad corporativa, el cambio en Overhill Farms agregó credibilidad a los beneficios de los comités de trabajadores, señaló Koonse de UCLA.
Ninguna empresa tendrĆa que gastar mĆ”s del 0,44% de su nómina en los comitĆ©s de salud, segĆŗn Koonse.
AĆŗn asĆ, la idea ha sido recibida con división de opiniones por parte de las empresas. En una declaración del 24 de agosto, la CEO Tracy HernĆ”ndez de la Federación de Negocios del Condado de Los Angeles escribió que la propuesta agregarĆa āprogramas onerosos y enrevesados que dificultarĆ”n, aĆŗn mĆ”s, la capacidad de un empleador para cumplir con las demandas, recuperarse y servir adecuadamente a sus empleados y clientesā.
Pero Jim Amen, presidente de la cadena de supermercados Super A Foods, dijo que los negocios deberĆan dar la bienvenida a los comitĆ©s, como una forma de mantener abiertas las lĆneas de comunicación. Tales prĆ”cticas han mantenido los Ćndices de infección bajos en las tiendas, incluso sin un mandato, expresó Amen.
āEn lo que respecta a Super A, nuestros empleados estĆ”n muy involucrados en todo lo que hacemosā, aƱadió Amen.
Las organizaciones laborales ven a los comitƩs como una forma crucial para que los trabajadores planteen sus preocupaciones sin temor a represalias.
āEn industrias de bajos salarios, como la de la confección, el hecho de que los trabajadores se unan hace que los despidanā, dijo Marissa Nuncio, directora del Centro de Trabajadores de la Confección, una organización sin fines de lucro que sirve principalmente a inmigrantes de MĆ©xico y AmĆ©rica Central.
Aunque las disparidades se estĆ”n reduciendo en el condado de Los Angeles, algunas empresas siguen siendo inseguras y los posibles denunciantes no confĆan en que sus informes a la lĆnea de denuncias del condado se lleven a cabo, aƱadió Nuncio.
āSeguimos recibiendo llamadas de miembros de nuestra organización que estĆ”n enfermos, tienen COVID y estĆ”n hospitalizadosā, seƱaló Nuncio. āY el lugar mĆ”s obvio para que se hayan infectado es en su lugar de trabajo, porque no se estĆ”n tomando precaucionesā.
Anna Almendrala es Corresponsal de Kaiser Health News. Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorialmente independiente de la Kaiser Family Foundation que no estÔ relacionado con Kaiser Permanente. La reportera de datos Hannah Recht colaboró con esta historia.
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