Jairo Salgado

 

 

Hace unos años, me enfrentaba a problemas de falta de vivienda, abuso de sustancias y encarcelamiento.

 

Hoy tengo un trabajo a tiempo completo como operador de máquinas en Fastener Innovation Technology, donde apoyo la configuración y calibración de sus máquinas de cabezal. Nuestras operaciones forman las cabezas de los tornillos y elementos de fijación con la precisión necesaria para cumplir las especificaciones de las industrias aeroespacial y de defensa.

 

Estoy donde estoy ahora gracias a una oportunidad de prácticas a través de Compton College, y porque los servicios sociales del condado de Los Ángeles y los programas educativos de Compton College crearon un camino que me permitió conseguir una vida mejor para mí y mi familia. Se necesitan más asociaciones público-privadas como ésta para hacer frente a las diversas situaciones y desafíos que nosotros, como estudiantes, debemos superar.

 

Mi trayectoria hacia y a través de la educación superior no fue lineal. Mis padres emigraron a Estados Unidos desde México y se establecieron en el este de Los Ángeles, donde me crié durante la mayor parte de mi vida. Mis padres no fueron a la universidad y no estaban familiarizados con el complejo sistema de educación superior de California.

 

Mi primer intento de asistir a clases universitarias se produjo poco después de obtener mi diploma de GED. Me interesaba la ingeniería mecánica y la física, pero el coste era un gran obstáculo, como lo es para muchos estudiantes, y lo dejé después de un semestre. En los años siguientes, trabajé en empleos mal pagados para intentar llegar a fin de mes, y finalmente caí en la drogodependencia y en la falta de hogar.

 

Me convertí en padre de dos hermosos niños, pero dadas mis dificultades en el momento en que nacieron, fueron colocados en una casa de acogida con mi madre y mi hermana.

 

Mi cambio de rumbo se produjo el año pasado tras completar un programa de rehabilitación. El trabajador social de mi condado me recomendó un programa de certificación en tecnología de máquinas herramienta, dado mi interés por la ingeniería.

 

Aunque todavía no tenía una visión de mi carrera, sabía que la universidad podía ayudar a conseguir mejores oportunidades de trabajo y un mejor futuro para mis hijos. No quería volver a caer en los mismos patrones de antes y quería sentar las bases de una trayectoria diferente para mis hijos. La trabajadora social me puso en contacto con el programa del Compton College y con consejeros que trabajaban con los Servicios Sociales del Condado de Los Ángeles y con varios programas de asistencia.

 

Recibí apoyo a la hora de solicitar ayuda financiera, para las necesidades básicas y para el acceso a la banda ancha y a un ordenador portátil para mi programa.

 

Tener esta orientación para navegar por la información, los diversos sistemas y los procesos me quitó mucho peso de encima e hizo que mi regreso a la universidad fuera bastante fluido. Me permitió centrarme en mis objetivos universitarios y profesionales y no en averiguar cómo sobrevivir.

 

Una vez que entré en el programa de tecnología de máquinas herramienta, me enamoré de él. Mi profesor, el Sr. VanOverbeck, era increíble, y su asistente de enseñanza Edgar me ayudó a solicitar programas de beneficios en los que aún no me había inscrito. El Sr. V me mostró las muchas e intrincadas posibilidades del trabajo con máquinas-herramienta, y adquirí conocimientos a través de la experiencia práctica en el manejo de diversas máquinas. Fue estupendo ver todas las cosas que se pueden hacer, y después de la primera clase, sólo quería aprender más.

 

La universidad también había establecido colaboraciones con empresas del sector, y me ofrecieron la oportunidad de hacer prácticas que me llevaron a mi actual trabajo. Sin eso, no habría sabido por dónde empezar a buscar un trabajo de maquinista.

 

Ahora, con unos ingresos estables, tengo una vivienda segura, puedo pagar mis facturas a tiempo y, lo más importante, puedo estar ahí para mis hijos. Pronto me pondré a trabajar para obtener un título de maquinista, y así poder perfeccionarme en esta carrera.

 

Cuando reflexiono sobre cómo llegué a donde estoy ahora, fue a través de la alineación de los servicios sociales, los empleadores y una institución de educación superior – y su cultura compartida de apoyar al estudiante en su totalidad.

 

La asociación de Compton College conectó una oportunidad de educación superior para mí con un trabajo real, algo que espero que los colegios comunitarios de los alrededores puedan hacer con recursos y asociaciones compartidas. Con estos esfuerzos coordinados, muchos más estudiantes como yo -y sus familias y comunidades- pueden encontrar su camino hacia la prosperidad.

 

 

 

Jairo Salgado es maquinista y graduado universitario. Producido por The Hechinger Report, una organización de noticias independiente y sin ánimo de lucro centrada en la desigualdad y la innovación en la educación, y California Competes: Higher Education for a Strong Economy, una organización de investigación sin ánimo de lucro centrada en la educación superior y la política de mano de obra.

 

 

 

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