• May 11th, 2025
  • Sunday, 10:46:18 AM

Lo Que Ninguna Familia Debe Soportar


La muerte de un ser querido es dolorosa. Pero ver a la persona agonizar con dolores insoportables y poder despedirse es algo horrible.

Mi familia sintió que algo estaba mal cuando mi abuelo se quejó de un dolor severo y debilitante en la parte superior de su espalda.  Nuestro mundo se paralizó cuando nos dieron la noticia devastadora:  mieloma múltiple, un tipo de cáncer que invade la sangre y la médula ósea. Estaba en su etapa final.

Mi abuelo era un gran luchador y acepto todo tratamiento médico para tratar de combatir el cáncer. Sin embargo, después de casi dos años de quimioterapia, mi abuelo decidió dejar los tratamientos médicos que pudieron extender su proceso de muerte y sufrimiento. Estaba débil y con tanto dolor, que ni siquiera podía mover su cuerpo para un simple cambio de sábanas en su cama de hospital.

[pullquote]Mientras que esta opción quizá no sea para todos, creo en el derecho de una persona para tomar esta decisión, ya que no estoy para juzgar a otros.[/pullquote]

“Déjenme morir”, decía mi abuelo quien era católico. “Ya no puedo soportar más este dolor”.

Mi abuelo murió en un una cama de un hospital frio en el 2002, conectado a tubos y a una máquina. Lo más doloroso, es que ni siquiera pude despedirme de él porque estaba yo muy chica para entrar a su cuarto de hospital.

Han pasado 14 años desde la muerte de mi abuelo Heliodoro, y hasta hoy que soy adulto, entiendo plenamente la necesidad de las mejores opciones para el fin de vida.

 

Los adultos con enfermedades terminales y en pleno uso de sus facultades mentales que viven en Colorado, ahora tienen la opción de solicitar voluntariamente una prescripción a su médico para obtener un medicamento que se puedan tomar por sí mismo para poder morir tranquilamente, tomados de la mano de sus seres queridos en el caso de que su sufrimiento de fin de vida se vuelva insoportable.

Una mayoría arrolladora de los votantes en el estado de Colorado, está de acuerdo que sus residentes que deberán tener esta opción disponible cuando pasaron la iniciativa de ley End of Life Options Act  (Opciones de Fin de Vida) el 8 de noviembre por un margen de 30 puntos (65% vs. 35%).

Los legisladores de Colorado deberán reconocer que sus votantes han hablado de manera decisiva sobre esta cuestión, y ahora es tiempo de apoyar la implementación de la ley sin revocar o debilitarla.

Es muy gran alivio saber que cada día, más latinos como yo, apoyan las opciones de fin de vida como nunca antes.

Hace unas semanas leí un artículo que muestra que un 69%  de latinos a nivel nacional apoyan la ayuda médica para morir, de acuerdo a una encuesta nueva realizada por Lifeway Research.

Y en noviembre, cuando los votantes de Colorado aprobaron la ley End of Life Options Act (Opciones de Fin de Vida) durante las elecciones, tanto hombres como mujeres, latinos y anglosajones, así como personas con estudios universitarios o sin ellos, afirmaron, que ellos apoyaban dicha medida.

Existe ahora una campaña bilingüe estatal para educar a los residentes de Colorado con enfermedades terminales, a sus familiares, así como a los proveedores de cuidados de salud, sobre los beneficios y requisitos de la nueva ley estatal de ayuda médica para morir que entró en vigor en diciembre.

Siempre debemos brindar calidad en los cuidados de fin de vida a las personas que estén sufriendo de una enfermedad terminal o irreversible. Esta ley les da una opción adicional.

Sin embargo, las personas como mi abuelo, que solo cuentan con meses, semanas, o días de vida y que no pueden ni beneficiarse de ningún tratamiento, ni obtener alivio del sufrimiento extremo, deberán hacer que sus decisiones sean respetadas y honradas por su equipo médico y asimismo tener acceso a la opción de ingerir un medicamento para terminar el sufrimiento y morir tranquilamente.

Extraño a mi abuelo todos los días y elijo honrar su memoria apoyando el acceso a la opción para un proceso de muerte tranquila para de los residentes de Colorado que sufren la etapas final de una enfermedad terminal.

Mientras que esta opción quizá no sea para todos, creo en el derecho de una persona para tomar esta decisión, ya que no estoy para juzgar a otros. Asimismo, hago un llamado a los legisladores de resistir la derogación o modificación de esta ley que pueda prevenir que la opción compasiva de cuidados de fin de vida, no esté disponible para los residentes de Colorado que estén muriendo y sufriendo en los últimos días de vida.

Alejandra Hernández Portillo tiene 26 años, es empleada en un hotel y radica en Aspen, Colorado.

Alejandra Hernández Portillo
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