En 23 de febrero, el Miami Herald anunció que el gobierno de Biden planeaba reabrir el centro de detención de Homestead para adolescentes migrantes no acompañados, uno de los más grandes del país. El centro fue cerrado a fines de agosto de 2019 luego de crear una polémica nacional sobre las condiciones de hacinamiento en las que se alojaban los jóvenes, presuntos abusos sexuales y la falta de un plan de seguridad y evacuación en caso de un huracán. American Friends Service Committee (AFSC) de Florida también publicó un informe sobre la potencial exposición al ruido y a un ambiente tóxico que pone en peligro a los niños, niñas y jóvenes, un problema que no se ha solucionado.
“Es indignante que, mientras el presidente Biden pide la ‘unidad familiar’, esté abriendo un centro de detención de afluencia temporal para niños y jóvenes inmigrantes. Mucho menos, un centro de detención que su propia vicepresidenta Kamala Harris visitó durante la campaña y condenó públicamente,” dijo Lis Marie Alvarado, Directora de American Friends Service Committee (AFSC) en Florida.
“Esto es imperdonable. La detención de niños es dañina, criminal y una violación de sus derechos humanos”.
Lis Marie Alvarado, American Friends Service Committee
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“Esto es imperdonable. La detención de niños es dañina, criminal y una violación de sus derechos humanos. Además, los detendrán en un lugar que podría exponerlos a sustancias químicas tóxicas de un sitio Superfund vecino y al ruido excesivo de los aviones que despegan y aterrizan en la cercana pista de la Base de la Reserva Aérea de Homestead.
“Bajo ninguna circunstancia, ningún niño, niña o adolescente, ya sea acompañado o no, debe permanecer en un centro de detención. En cambio, deben reunirse con sus familias. Condenamos el centro de detención de Homestead. Lo cerramos antes y lo haremos de nuevo».
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