• July 11th, 2025
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Hopewell Mann: No Queda NingĂșn Lugar a Donde Ir


Foto: Don J. Usner/Searchlight New México Renee Villarreal, concejala de la ciudad, conversa con una mujer que realiza labores de limpieza voluntaria en un terreno vacío al lado de Chainbreaker en Hopewell Mann.

por Christian Marquez

 

Manuel Sandoval termina todos los dĂ­as de la misma manera – paseando por calles que conoce de memoria pero que no puede nombrar. Es un hĂĄbito que lo ha mantenido joven, dice, a pesar de sus 89 años.

«Oh, no he vivido aquĂ­ por mucho tiempo, sĂłlo unos 59 años», dijo Sandoval, que se comporta como un hombre mucho mĂĄs joven. Su cara estĂĄ bien afeitada, su aspecto estĂĄ bien cuidado. Su patio delantero en Fourth Street proyecta la misma modestia, enclavado en la esquina sureste del triĂĄngulo formado por St. Michael’s Drive, Cerrillos Road y St. Francis Drive en Santa Fe, Nuevo MĂ©xico.

Sandoval aparece en la foto de la portada, posando en el patio delantero de su casa en la calle 4 de Santa Fe. Sandoval ha vivido en esta casa por casi 6 décadas.

Bienvenidos a Hopewell Mann, donde en palabras de Sandoval: «Todos cuidan de todos». Es uno de los barrios mås asequibles -y mås empobrecidos- de una ciudad cada vez mås caracterizada por sus segundas y terceras viviendas que permanecen desocupadas durante meses.

Foto: Don J. Usner/Searchlight New México Lisa Adler, una artista independiente, habla en la cocina de su casa. Adler vive a sólo dos puertas de Sandoval.

Hopewell Mann tiene todas las señales de un vecindario al borde del aburguesamiento y el desplazamiento de muchos residentes de larga data. Estå cerca del centro de la ciudad; cuenta con una creciente colección de cafés, bares y restaurantes de moda; y -como en todas partes en Santa Fe- estå viendo un fuerte aumento en los costos de vivienda.

SegĂșn un estudio reciente, el aburguesamiento y el desplazamiento ocurren cuando un vecindario experimenta un crecimiento econĂłmico continuo, a travĂ©s del aumento del valor de las propiedades y del desarrollo inmobiliario, sin el correspondiente crecimiento de los ingresos. Esa es la situaciĂłn actual en Hopewell Mann, un barrio compuesto por unas 1.800 casas y apartamentos, tres cuartas partes de ellos ocupados por inquilinos.

En 1966, cuando Sandoval comprĂł su casa en Fourth Street, valĂ­a unos 7.500 dĂłlares, el equivalente a unos 61.000 dĂłlares corrientes. Nacido y criado en la pequeña ciudad de Springer, se mudĂł a Hopewell Mann para estar cerca de su trabajo como reparador de lavadoras para Sears. Él y su esposa, Rose Marie Sandoval, criaron a sus dos hijos, ahora de 58 y 60 años, en esa casa. Manuel E. Jr., el hijo mayor que trabaja como barbero, regresĂł allĂ­ despuĂ©s de que Rose Marie falleciĂł hace seis años.

Hoy en dĂ­a, esa casa de dos dormitorios y un baño estĂĄ valorada en $151,000, segĂșn la Oficina del Asesor del Condado de Santa Fe.

Pero a medida que los costos de vivienda han crecido, el ingreso promedio de los hogares en el vecindario se ha reducido en alrededor de 18 por ciento, ajustando por la inflaciĂłn -de alrededor de $38,000 en el 2000 a $31,000 en el 2017, de acuerdo con las Ășltimas estimaciones de la Encuesta de la Comunidad Estadounidense (ACS, por sus siglas en inglĂ©s) de la Oficina del Censo de los EE. UU.

«Hopewell Mann es el barrio mĂĄs pobre de la ciudad. EstĂĄ muy maduro para ser aburguesado”.
TomĂĄs Rivera, Chainbreaker Collective

Hoy en dĂ­a, un apartamento de una habitaciĂłn normalmente se alquila por mĂĄs de $800 al mes. Eso es significativamente menos de lo que cuesta la misma cantidad de pies cuadrados en el otro lado de St. Francis Drive, pero mucho mĂĄs de lo que la mayorĂ­a de la gente en este vecindario puede pagar. El efecto neto es que dos tercios de los residentes de Hopewell Mann estĂĄn cargados con el alquiler, segĂșn la ACS; de ellos, la mitad estĂĄn «severamente cargados».

Los hogares que gastan mĂĄs del 30 por ciento de sus ingresos en alquiler o en pagos de hipotecas se consideran cargados de costos, segĂșn el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano, lo que significa que les queda poco dinero para cubrir necesidades como alimentos, ropa, transporte y atenciĂłn mĂ©dica. Aquellos que gastan mĂĄs del 50 por ciento son considerados severamente agobiados y en riesgo de quedarse sin hogar.

«Hopewell Mann es el barrio mĂĄs pobre de la ciudad», dijo TomĂĄs Rivera, cofundador de Chainbreaker Collective, una organizaciĂłn local de justicia econĂłmica y ambiental que quiere preservar el barrio para los residentes que lo llaman su hogar. «EstĂĄ muy maduro para ser aburguesado”.

Rivera tiene razĂłn. SegĂșn la ACS, Hopewell Mann tiene el ingreso medio mĂĄs bajo de cualquier otro tramo de la ciudad, con sĂłlo $31,576 en 2017.

Rivera vive en el corazón de Hopewell Mann, en la misma casa de adobe de paredes gruesas y 900 pies cuadrados que construyó su abuelo y donde se crió su padre. Comenzó Chainbreaker en 2004, imaginåndolo como una organización comunitaria para compartir bicicletas con el fin de abordar los problemas de transporte. Cuatro años después, la organización hizo de la vivienda uno de sus principales objetivos después de que la crisis financiera de 2008 golpeara a Santa Fe.

«La gente estaba siendo expulsada de sus casas. Los precios de la gasolina subieron hasta $4 el galĂłn, y mucha gente se acercĂł a nosotros y nos dijo: «Oye, necesitamos mĂĄs transporte», dijo Rivera. «La razĂłn por la que necesitamos ampliar el servicio de autobuses es porque ya no podemos permitirnos vivir en Santa Fe. AsĂ­ que nos empujan cada vez mĂĄs lejos”.

Chainbreaker obtuvo una victoria política en 2015 cuando el Consejo de la Ciudad de Santa Fe aprobó unånimemente su resolución de la «Declaración de Derechos de los Residentes» y, al hacerlo, adoptó los cinco pilares de la justicia de vivienda del grupo, entre los que destaca la asequibilidad de la vivienda.

La resoluciĂłn tuvo poco efecto. En general, los costos de vivienda han aumentado en un 16 por ciento en Santa Fe en los Ășltimos cuatro años – 14 por ciento en Hopewell Mann.

Recién llegados

Aunque Hopewell Mann -con una poblaciĂłn de 3.500 habitantes- sigue siendo mayoritariamente hispana, esas cifras estĂĄn cambiando. En 2009, el 70 por ciento de los residentes se identificaron como hispanos; las Ășltimas cifras de la ACS muestran que el porcentaje ha bajado al 66 por ciento.

Los artistas Lisa Adler y Don Cannell ayudaron a augurar ese cambio. Hace dieciocho años, la pareja se mudó a dos puertas mås abajo de la ordenada casa de estuco de Sandoval. Adler estaba, en ese momento, embarazada de su segunda hija; la mayor tenía 3 años, y los artistas buscaban un lugar que pudiera servir como estudio y como hogar.

Se quedaron por la atmósfera y la libertad que les da. Es el tipo de lugar donde se puede trabajar en una escultura de dos pisos en la entrada, y «nadie quiere matarte», dijo con una sonrisa irónica.

Adler es amigable con sus vecinos, incluyendo a Sandoval y su hijo, Manuel E. Jr. que ocasionalmente se corta el cabello.

Pero también es sensible a la percepción de que la llegada de artistas como ella a menudo señalan los primeros signos de aburguesamiento y desplazamiento en barrios como Hopewell Mann.

«Probablemente me estås mirando como si yo fuera parte del problema», dijo. «Pero cuando nos mudamos aquí, era lo que podíamos pagar.»

En estos días, el vecindario de Hopewell Mann estå siendo observado por los desarrolladores, quienes estån peleando por una parcela de 64 acres de tierra a unas pocas cuadras al sur del jardín tolerante a la sequía de Sandoval. La propiedad de la ciudad, conocida como el campus Midtown y tasada en poco mås de 36 millones de dólares, ha estado en gran parte vacía desde que la Universidad de Arte y Diseño de Santa Fe cerró sus puertas en abril de 2018.

Hopewell Mann no es el primer vecindario de Santa Fe en lidiar con tales fuerzas. Los barrios del centro de la ciudad y de Canyon Road se han transformado en las Ășltimas dĂ©cadas, hasta el punto de reflejar los ingresos mĂĄs altos, el valor de las viviendas y las poblaciones blancas de la ciudad.

«Hemos tenido una historia de desplazamiento y aburguesamiento durante décadas en nuestra ciudad», dijo Renee Villarreal, una concejala de Santa Fe que creció justo al otro lado de St. Francis Drive, frente a Hopewell Mann. Ella recuerda los lazos familiares profundamente arraigados de su vecindario y espera preservar esa cultura aseguråndose de que sus antiguos vecinos no sean desplazados.

En estos dĂ­as, Villarreal estĂĄ poniendo su peso en las discusiones sobre el desarrollo del campus de Midtown, el cual, segĂșn ella, representa una oportunidad Ășnica que la ciudad no necesariamente ha aprovechado en el pasado, dijo.  Una oportunidad para el desarrollo basado en la comunidad que serĂĄ «inclusiva para las personas que se verĂĄn mĂĄs afectadas».

 

Christian Marquez es un reportero digital de Searchlight New Mexico,

una organizaciĂłn de medios de comunicaciĂłn sin fines de lucro y no partidista que busca empoderar a los residentes de Nuevo MĂ©xico para que exijan polĂ­ticas pĂșblicas honestas y efectivas.

 

TraducciĂłn por Juan Carlos Uribe-The Weekly Issue/El Semanario.

 

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