Honrando el Legado de Rudolfo Anaya

Por Rachel Whitt

Si sólo hay seis grados de separación entre cada Nuevo Mexicano, hay aún menos grados entre aquellos que trabajaron, aprendieron y fueron impactados por los escritos del pionero literario Rudolfo Anaya. Su talento para capturar a Nuevo México en lápiz y papel es conocido en todo el mundo, como su clásico de 1972, «Bendíceme, Última».

El amado autor murió el domingo 28 de junio, a la edad de 82 años.

Anaya es reconocido en todo el mundo por sus obras que retratan la experiencia chicana y fue anunciado como el Padrino de las letras chicanas. En 2016, el Presidente Barack Obama le otorgó la Medalla Nacional de Humanidades por sus «historias pioneras del suroeste americano». También, entre sus muchos elogios se encuentran dos Premios al Servicio Público del Gobernador, el Premio Americano del Libro, una Beca de la Fundación Kellogg, dos becas de literatura del National Endowment for the Arts (NEA) y la Medalla Nacional de Honor de toda la vida del NEA en 2001.

«Siempre estará con nosotros. Cuando queramos sentirnos cerca de él, sólo tenemos que leer uno de sus libros. Dejó un legado, no sólo aquí en Nuevo México, sino en los Estados Unidos y en todo el mundo. Siempre estará con nosotros en espíritu y en sus escritos”.
Eliseo «Cheo» Torres, Vicepresidente de Asuntos Estudiantiles de la UNM

Anaya obtuvo una licenciatura en Literatura Inglesa y Americana de la Universidad de Nuevo México en 1963. Luego completó dos maestrías en UNM, una en 1968 en inglés y otra en 1972 en orientación y asesoramiento.

Fue invitado a unirse al profesorado del Departamento de Inglés, donde trabajó como profesor de 1974 a 1993 y permaneció como profesor emérito durante toda su vida. También fue fundador del Programa de Escritura Creativa de la UNM, que celebra el 30 aniversario de la Revista Blue Mesa. La revista Creative Writing fue fundada por Anaya y todavía es publicada por los estudiantes de MFA en el Departamento de Inglés. Durante su estancia en la Universidad, inspiró a generaciones de estudiantes, profesores y personal con sus escritos y enseñanzas.

«Toda la comunidad de la UNM lamenta el fallecimiento de Rudolfo Anaya, una de las grandes voces no sólo de la literatura chicana, sino de la humanidad. Escribió sobre Nuevo México, y lo que significaba ser un Nuevo Mexicano, y lo hizo de la misma manera en que vivió su vida: con pasión, emoción y convicción», dijo el presidente de la UNM, Garnett S. Stokes. «Durante su larga permanencia como profesor de escritura en la Universidad de Nuevo México, inspiró a innumerables estudiantes a encontrar y elevar sus voces, a disfrutar de la lectura así como de una gran alegría en la escritura y la autoexpresión. Su entusiasmo por su oficio, así como su inquebrantable optimismo, eran contagiosos. Lo echamos de menos y nuestros pensamientos están con su familia y amigos».

Incluso después de retirarse, Anaya mantuvo estrechos lazos con su alma mater. Hace unos años, las Bibliotecas de la UNM y el Departamento de Inglés de la UNM organizaron conjuntamente una fiesta de 80 años para él en la Sala Willard de Zimmerman. En 2012, también en conjunto con las Bibliotecas, la profesora emérita de escritura creativa Sharon Warner organizó un maratón de lectura de «Bendíceme, Última».

«Es difícil poner en palabras la magnitud de la pérdida que han sufrido el Departamento de Inglés, la UNM y Nuevo México con el fallecimiento de una figura literaria tan imponente como Rudolfo Anaya», dijo Anita Obermeier, profesora y presidenta del Departamento de Inglés de la UNM. «Igual de desafiante es resumir todos sus numerosos logros. Fuimos afortunados, como institución y como estado, de tener su extraordinaria influencia en nuestra comunidad”.

La Universidad de Nuevo México tiene el privilegio de tener una parte significativa de los manuscritos y papeles de Anaya en sus colecciones especiales de la biblioteca. El Archivo Digital Rudolfo Anaya es un recurso en línea que muestra la vida y el trabajo de Anaya. Incluye una introducción a la literatura chicana, proporciona acceso digital a los manuscritos y documentos de Anaya, una bibliografía completa de sus obras publicadas y un directorio de todos los recursos críticos, informativos y multimedia conocidos sobre él.

Además, gracias a la generosa contribución de Anaya y de su difunta esposa Patricia Anaya, el Departamento de Inglés de la UNM estableció en 2010 la Conferencia Rudolfo y Patricia Anaya sobre la Literatura del Suroeste. La serie está abierta al público y reúne a estudiantes, profesores y miembros de la comunidad para debatir y estudiar las ricas tradiciones de la literatura del suroeste.

El legado de Anaya se extiende también a los estudiantes actuales, que pueden solicitar apoyo monetario a través de varias becas establecidas en su honor. La beca Rudolfo Anaya va a los estudiantes del Departamento de Inglés MFA cuya escritura muestra una promesa excepcional, mientras que el premio Rudolfo Anaya Folklore Scholar Award reconoce a los estudiantes que realizan investigación y escritura en el área del folclore de Nuevo México.

«Siempre estará con nosotros», concluyó Eliseo «Cheo» Torres, Vicepresidente de Asuntos Estudiantiles de la UNM y amigo personal de Anaya. «Cuando queramos sentirnos cerca de él, sólo tenemos que leer uno de sus libros. Dejó un legado, no sólo aquí en Nuevo México, sino en los Estados Unidos y en todo el mundo. Siempre estará con nosotros en espíritu y en sus escritos”.

Rachel Witt es especialista en comunicaciones de la Universidad de Nuevo México.

Traducción por Juan Carlos Uribe-The Weekly Issue/El Semanario.

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