Por Bram Sable-Smith, Daniel Chang, Jazmin Orozco RodrĆguez, Sandy West
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Hal Dempsey querĆa āescaparse de Missouriā. Arlo Dennis estĆ” āhuyendo de Floridaā. La familia Tillison āno puede quedarse en Texasā.
Son parte de una nueva migración de estadounidenses que se estÔn desarraigando debido a una oleada de leyes que restringen la prestación de servicios de salud para personas transgénero.
Missouri, Florida y Texas se encuentran entre al menos 20 estados que han limitado la atención de afirmación de género para jóvenes trans. Los tres estados también estÔn entre aquellos que impiden que Medicaid, el seguro de salud público para personas de bajos ingresos, cubra aspectos clave de estos servicios para pacientes de todas las edades.
MÔs de una cuarta parte de los adultos trans encuestados por KFF y The Washington Post a fines del año pasado dijeron que se mudaron a otro vecindario, ciudad o estado en busca de un ambiente mÔs tolerante. Ahora se sienten impulsados por las nuevas restricciones en la atención de la salud y la posibilidad de que estas se sigan multiplicando.
Muchos de ellos optan por estados que estÔn aprobando leyes para proteger y apoyar estos servicios, lugares que se han convertido en santuarios. En California, por ejemplo, se aprobó una ley el otoño pasado que protege de demandas a las personas que reciben o brindan servicios de afirmación de género. Y ahora, los proveedores en California estÔn recibiendo cada vez mÔs llamadas de personas que quieren mudarse al estado para evitar interrupciones en sus servicios, dijo Scott Nass, médico local de familia y experto en atención de personas transgénero.
Pero esta afluencia de pacientes presenta un desafĆo, dijo Nass, āya que el sistema actual no puede recibir a todos los refugiados que pudiera haberā.
En Florida, la persecución legislativa de las personas trans y su atención médica convenció a Arlo Dennis, de 35 años, de que es hora de irse. Hace mÔs de una década que vive con los cinco miembros de su familia en Orlando. Ahora, tienen planes de mudarse a Maryland.

Dennis ya no tiene acceso a su terapia de reemplazo hormonal. Esto se debe a que desde fines de agosto, el seguro de Medicaid de Florida ya no cubre la atención médica relacionada con la transición. El estado considera que estos tratamientos son experimentales y que su eficacia no estÔ suficientemente probada. Dennis dijo que su medicación se acabó en enero.
āSin duda esto me ha causado problemas de salud mental y fĆsicaā, explicó Dennis.
Agregó que mudarse a Maryland requiere recursos que su familia no tiene. Lanzaron una campaƱa de GoFundMe en abril y ya recaudaron mĆ”s de $5,600, la mayorĆa donada por desconocidos, contó Dennis. Ahora la familia de tres adultos y dos niƱos piensa irse de Florida en julio. La decisión no fue fĆ”cil, pero sintieron que no habĆa otra opción.
āNo me importa si a mi vecino no le gusta mi forma de vivirā, dijo Dennis. āPero esto era una prohibición literal de mi ser y me impedĆa el acceso a la atención mĆ©dicaā.
Mitch y Tiffany Tillison decidieron irse de Texas despuĆ©s de que los republicanos del estado enfocaron su agenda legislativa en las polĆticas anti-trans para los jóvenes. Su hija de 12 aƱos se declaró trans hace unos dos aƱos. Los padres pidieron que se publicara solo su segundo nombre, Rebecca: temen por su seguridad debido a las amenazas de violencia contra las personas trans.
Este aƱo, la Legislatura de Texas aprobó una ley que limita la atención mĆ©dica de afirmación de gĆ©nero para jóvenes menores de 18 aƱos. La ley prohĆbe especĆficamento aquellos servicios de salud fĆsica. Sin embargo, defensores de los derechos LGBTQ+ en el estado dicen que las medidas recientes tambiĆ©n han tenido un escalofriante efecto sobre la prestación de servicios de salud mental para personas trans.
Es mi responsabilidad seguir protegiĆ©ndola. Mi amor es interminable, incondicionalā.
Tiffany Tillison, Madre
Los Tillison se negaron a precisar si su hija estÔ recibiendo tratamiento y cuÔl. Pero afirmaron que reservan el derecho, como padres, de poder brindarle a su hija la atención que necesita, y que el estado de Texas les ha quitado ese derecho.
A esto se suman las amenazas cada vez mÔs serias de violencia en su comunidad, sobre todo después del tiroteo masivo del 6 de mayo por parte de un supuesto neonazi. La masacre, que ocurrió en el centro comercial Allen Premium Outlets, en los suburbios de Dallas, a 20 millas de su casa, hizo que la familia decidiera mudarse al estado de Washington.
āLa he mantenido a salvoā, dijo Tiffany Tillison, agregando que suele recordar el momento en que su hija le dijo que era trans durante un largo viaje a casa despuĆ©s de un torneo de fĆŗtbol. āEs mi responsabilidad seguir protegiĆ©ndola. Mi amor es interminable, incondicionalā.
Por su parte, Rebecca tiene una actitud pragmĆ”tica sobre la mudanza, que estĆ” planeada para julio. āEs triste pero tenemos que hacerloā, dijo.

En Missouri, donde casi se aprueba una medida que limitaba la atención de la salud trans, algunas personas empezaron a repensar si deberĆan vivir ahĆ.
En abril, el fiscal general de Missouri, Andrew Bailey, presentó una norma de emergencia para limitar el acceso a la cirugĆa relacionada con la transición y el tratamiento hormonal cruzado para personas de todas las edades, ademĆ”s de restringir los bloqueadores de la pubertad, medicamentos que detienen la pubertad pero no alteran las caracterĆsticas de gĆ©nero.
Al dĆa siguiente, Dempsey, de 24 aƱos, lanzó una campaƱa de GoFundMe para recaudar fondos para irse con sus parejas de Springfield, Missouri. (Hal Dempsey en el foto en la portada).
āSomos tres personas trans que dependen de la terapia de reemplazo hormonal y de la atención de afirmación de gĆ©nero que pronto serĆ” casi prohibidaā, escribió Dempsey en su campaƱa de GoFundMe, agregando que querĆan āescapar de Missouri cuando se termine nuestro contrato de alquiler a fines de mayo.ā
Dempsey dijo que su médico en Springfield les recetó un suministro de tres meses de terapia hormonal para cubrirlos hasta la mudanza.
Bailey retiró la norma en mayo, cuando la legislatura estatal restringió el acceso a estos tratamientos para menores pero no para adultos como Dempsey y sus parejas. AĆŗn asĆ, Dempsey dijo que no tenĆa muchas esperanzas para su futuro en Missouri.
El estado vecino de Illinois era una opción obvia para mudarse; la legislatura allĆ aprobó una ley en enero que exige que los seguros mĆ©dicos regulados por el estado cubran la atención mĆ©dica de afirmación de gĆ©nero sin ningĆŗn costo adicional. Dónde en Illinois exactamente era una pregunta mĆ”s importante. Chicago y sus suburbios parecĆan demasiado caros. Sus parejas querĆan una comunidad progresista similar en tamaƱo y costo de vida a la ciudad que estaban dejando. Buscaban āun Springfieldā, en Illinois.
āPero no Springfield, Illinoisā, bromeó Dempsey.
Gwendolyn Schwarz, de 23 aƱos, tambiĆ©n esperaba quedarse en Springfield, Missouri, su ciudad natal, donde recientemente se graduó de Missouri State University con un tĆtulo en estudios de cine y medios de comunicación. Pensaba seguir su carrera acadĆ©mica en un programa de posgrado de la universidad y, en el siguiente aƱo, someterse a una cirugĆa de transición, que puede requerir varios meses de recuperación.
Pero sus planes cambiaron cuando la norma propuesta por Bailey generó miedo y confusión.
āNo quiero quedarme atrapada y temporalmente discapacitada en un estado que no reconoce mi humanidadā, dijo Schwarz.
Ella y un grupo de amigos tienen planeado mudarse al oeste, al estado de Nevada, cuyos legisladores aprobaron una medida que requiere que Medicaid cubra el tratamiento de afirmación de género para pacientes trans.
Schwarz espera que mudarse de Missouri a Carson City, la capital de Nevada, le permita seguir viviendo su vida sin miedo y eventualmente someterse a la cirugĆa que desea.
Dempsey y sus parejas finalmente decidieron mudarse a Moline, Illinois. Los tres tuvieron que renunciar a sus trabajos, pero han recaudado $3,000 en GoFundMe, mÔs que suficiente para cubrir el depósito de un nuevo departamento.
El 31 de mayo, empacaron las pertenencias que no habĆan vendido e hicieron el viaje de 400 millas hasta su nuevo hogar.
Dempsey ya tuvo una cita con un proveedor mĆ©dico en una clĆnica en Moline que atiende a la comunidad LGBTQ+, y consiguió que le recetaran los medicamentos que necesita para su terapia hormonal.
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Esta historia fue producida por KFF Health News, una redacción nacional que produce periodismo en profundidad sobre temas de salud y es uno de los principales programas operativos de KFF, la fuente independiente de investigación de polĆticas de salud, encuestas y periodismo.
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