• May 1st, 2024
  • Wednesday, 10:54:34 PM

Es Difícil Comprender la Crueldad Institucional


Frank Sharry

Hasta el día de hoy, más de 500 niños permanecen en custodia federal, tras haber sido separados de sus padres por el gobierno de Trump. La mayoría de esos padres fueron deportados posteriormente. Este gobierno, que se movilizó por completo para separar a casi 3,000 niños de sus padres, se rehúsa a emplear la misma dinámica para reunificar a esas familias.

Es difícil comprender la crueldad institucional. A lo largo de muchos meses, miles de empleados del gobierno trabajaron día y noche para diseñar y poner en práctica una política que consiste en arrebatar a niños de sus padres, incluso a bebés. Hicieron eso a propósito. Su objetivo era disuadir a futuros solicitantes de asilo.

Esos mismos funcionarios y empleados se hacen los desentendidos, ponen excusas y se van a casa al final de la jornada a ver a sus seres queridos, mientras 500 niñitos permanecen separados y traumados. ¿Alguno alzó la voz, denunció, protestó o renunció?

Sin duda, esos empleados del gobierno—del Departamento de Seguridad Nacional, del Departamento de Justicia, de Salud y Servicios Humanos, de la Patrulla Fronteriza, de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas, así como de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados— se creen patriotas. Muchos en sus familias tienen niños pequeños. Y sin embargo, fueron a trabajar cada día y participaron por su propia voluntad en el secuestro de menores, en la desaparición de esos niños en refugios secretos alrededor del país, en el engaño a los padres para que firmaran documentos de deportación, así como en la remoción forzada de esos padres sin sus hijos hacia países violentos de los cuales huyeron.
Y ahora, esos mismos funcionarios y empleados se hacen los desentendidos, ponen excusas y se van a casa al final de la jornada a ver a sus seres queridos, mientras 500 niñitos permanecen separados y traumados. ¿Alguno alzó la voz, denunció, protestó o renunció? Ninguno del que sepamos. De este modo, ellos también son responsables de uno de los capítulos más oscuros en la historia de Estados Unidos.

 

Frank Sharry, Director Ejecutivo de America’s Voice.