• April 28th, 2024
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De El Grito de Dolores a El Grito de los Pobres


Ramón Del Castillo, PhD

 

Cuando el líder de lo que podría ser una de las naciones más grandes del mundo escupe galimatías, con una actitud altiva y racista -desaprobando a los mexicanos, clasificándolos como matones, traficantes de drogas, ladrones y extranjeros ilegales- entonces se jacta de los muchos empleos que ha creado para las comunidades latinas que luchan, los líderes de esas comunidades deberían gritar El Grito de los Pobres, abrazando nuestra convicción espiritual colectiva.

La negligencia benigna de Trump, junto con sus calumnias a los mexicanos, no debe ser tolerada. Las masas de la gente no necesitan doblegarse ante un presidente que las desprecia; sólo necesitamos demostrar el orgullo cultural que es parte de nuestra historia. Su iniciativa de creación de empleo es una falsa generosidad y una estratagema para mantener a una clase obrera explotada de mexicanos, y a otros ciudadanos de la clase obrera similares a esos imprudentes seguidores que constituyen, como parte de su base.

El de Miguel Hidalgo y Costilla, el sacerdote que dirigió El Grito de Dolores el 16 de septiembre de 1810, tenía la meta de proporcionar una distribución más equitativa de los recursos a las personas que trabajan la tierra. Entendemos las constituciones y los contratos con personas libres. Cuando un presidente declara la guerra a la libertad de prensa, etiquetando a los periodistas como «Enemigos del Estado», mientras que sus compinches son acusados de traición, nuestras comunidades tienen el derecho constitucional y la obligación de mantenerse unidas, demostrándole al presidente que nuestra dignidad no está a la venta en su mercado capitalista. Nuestro deber de luchar contra la injusticia fue inscrito en la Constitución de México después de la Guerra por la Independencia, cuando los pobres se enfrentaron a la élite de México. Hemos interiorizado esta lección y la hemos compartido con nuestros hijos.

Cuando el presidente de los Estados Unidos practica un doble rasero de justicia, uno para sus propios intereses egoístas y su congreso y otro para los miembros de grupos raciales y étnicos, La Raza debe activar a sus miembros y exigir justicia. El injusto encarcelamiento masivo de trabajadores indocumentados pone de relieve este problema, al igual que el grave maltrato de los niños que se les arrebata ilegalmente a sus madres. Tenemos que exigir el cierre de los centros de detención y exigir al Congreso que rectifique la violación de los derechos humanos por parte del presidente.

Cuando el presidente de los Estados Unidos de América degrada a nuestros líderes políticos por ser poco éticos en un momento en que no puede discernir la diferencia entre el bien y el mal; entonces, por supuesto, necesitamos marchar por las calles de los Estados Unidos y proclamar nuestra libertad. Esta lección viene del Movimiento Chicano, un tiempo cuando gritábamos «Ya Basta», y tomábamos acción.

El Grito de los Pobres es un grito de guerra de 2018 para El Dies y Seis de Septiembre, un tiempo en el que entendemos lo que es y lo que no es una verdadera democracia. Nuestras comunidades pueden sufrir de pobreza materialista, pero nunca hemos sido pobres de espíritu.  Ha sido nuestro espíritu revolucionario el que nos ha llevado a demasiados campos de batalla, estimulado por el espíritu de nuestros antepasados que se unieron a nosotros para combatir las guerras culturales en curso.  Las innumerables batallas en las que lucharon nuestros antepasados y los muchos enemigos que enfrentamos en diversos tipos de campos de batalla, como las audiencias del Congreso y las reuniones políticas, palidecen en comparación con lo que defiende la actual administración.  Denunciar la hipérbole predicada por un hombre que carece de conciencia social es un derecho que nos garantiza nuestra constitución.  Debemos practicar nuestras convicciones morales por medios pacíficos.  Nuestra convicción moral hacia la libertad no debe ser transformada en venganza, porque como el gran líder Mahatma Ghandi dijo una vez, adherirse a una filosofía que predica: «Ojo por ojo sólo resultará en dos personas ciegas».

Cruzar los puentes puede ser muy desafiante y difícil, especialmente en la vida de un político donde la lealtad al partido triunfa sobre todo lo demás.  Los políticos deben rendir cuentas al público al que sirven; como dijo Martin Luther King, «el silencio puede convertirse en traición».  Decidir situarse en el lado correcto de la historia, donde prevalece la verdad, es igualmente desafiante. Hay un tiempo en el que la convicción moral que no se practica es discernible. Cuando la política de bola dura penetra el coraje moral de los políticos y pulveriza sus voluntades en polvo, puede ser el momento de dejar el cargo.

La lucha por la verdadera liberación, con su necesidad consumada de liberar a todas las personas y una tensión inherente entre aquellos que son controlados y aquellos que son controlados, nunca ha estado tan amenazada como hoy.

El 16 de septiembre es un recordatorio de que por más de 500 años, nuestros antepasados lucharon contra muchos invasores, saludaron varias banderas, algunos bajo protesta que predicaban la democracia, y escucharon a TAPS mientras nuestros hijos mostraban patriotismo para esta nación.

Nuestro grito de guerra debe incluir mantener la fe en la justicia para todos. La fe en que la condición humana conquistará necesita estar presente colectivamente mientras continuamos nuestra lucha. Sin fe, uno sólo vadea en sombras oscuras, incapaz de desprenderse de las cataratas que causan ceguera, resultando en un alma perdida. El triunfo está siempre presente, enterrado bajo el odio, la ira y el consuelo final que uno siente.  Nuestras comunidades han logrado sobrevivir de alguna manera. Somos muy conscientes de que, a través de la paradoja de la derrota, hay victoria -victoria del alma- un tiempo en el que la reconciliación se convierte en lo más importante. Aquellos que vadean la controversia necesitan caminar en reverencia en lugar de arrastrarse en herejía.

¡Que Viva El Diez y Seis de Septiembre!

 

El Dr. Ramón Del Castillo es periodista independiente. © 9-11-2018 Ramón Del Castillo.

 

Traducción por Juan Carlos Uribe-The Weekly Issue/El Semanario

 

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