• April 27th, 2024
  • Saturday, 11:10:03 PM

Contamos con el Congreso para Hacer Frente a los Impactos del Cambio Climático


En este pasado año Estados Unidos se ha enfrentado a retos que jamás hubiéramos imaginado. Hemos tenido que afrontar no una, sino cuatro crisis convergentes: la crisis de salud pública, la recesión económica, las desigualdades raciales y la crisis climática. Nuestro país se encuentra en un vacío desesperado de un liderato y de una voluntad política que nos guíe durante estos tiempos difíciles. Afortunadamente se están llevando a cabo distintas iniciativas en todos los rincones de la sociedad civil, incluyendo las comunidades de fe y sus líderes espirituales.

 

Luego de unirme a New Mexico Interfaith Power and Light el pasado septiembre me di cuenta del papel que puede ocupar la religión en las acciones a favor del clima. New Mexico Interfaith Power and Light lucha por nuestro medioambiente y demuestra la importancia que tienen las comunidades de fe en su protección. Crecí en la iglesia Católica en Arizona y por ello me comprometí con contribuir a estos esfuerzos. Cuando era estudiante de la escuela secundaria tomé un curso avanzado de Ciencias Ambientales que cambiaría el rumbo de mi vida. Encontré mi pasión y me gradué de un grado de licenciatura en Ciencias Ambientales en el 2017. Cuando la administración anterior comenzó a revertir protecciones ambientales y decidió abandonar el Acuerdo Climático de París, me sentí convocada a tomar acción. Conocía de primera mano que la ciencia debía ser accesible a las personas negras, indígenas y de otras comunidades discriminadas, y particularmente a mi comunidad latina. Comencé labores de organización y de defensa del medioambiente y no he dejado de hacerlo.

 

En nuestras comunidades de fe nuevamente procuramos a nuestros líderes religiosos y espirituales para que nos unan y nos guíen hacia adelante a través de los planes robustos de recuperación económica y de infraestructura que harán una diferencia en nuestra comunidad y en toda la nación. Debemos cumplir con nuestra obligación moral para dejar un mundo habitable para las generaciones futuras. Podemos lograr esto mientras brindamos apoyo inmediato a aquellos que más lo necesitan. Debemos trabajar por la justicia ambiental y la salud pública, a la vez que enfrentamos la crisis climática. Tenemos una oportunidad de invertir en un futuro de energía limpia mientras asumimos las injusticias del pasado.

 

Debemos cumplir con nuestra obligación moral para dejar un mundo habitable para las generaciones futuras.

 

Las comunidades de bajos ingresos y discriminadas por motivos raciales y étnicos son las más vulnerables a la contaminación y a los efectos del cambio climático; por ejemplo, como resultado sufren de una incidencia más alta de asma y de enfermedades respiratorias. Como si esto fuera poco, son estas las comunidades las que han sentido el peor embate del COVID-19, tanto en términos de enfermedad y de muerte, como económicamente. Nuevo México ha perdido más de cuatro mil personas por este virus. El presidente Biden debe centrar estas comunidades en un paquete histórico de infraestructura en el que las inversiones estén enfocadas en las comunidades desventajadas.

 

El acceso al agua potable limpia y al aire limpio para respirar no debería ser un lujo que solo algunos puedan disfrutar. Necesitamos inversiones para electrificar el transporte limpio para reducir la contaminación con carbono, así como inversiones en infraestructura de agua limpia para todas las comunidades. Según las calificaciones de 2021 de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles, Nuevo México tiene $320 millones en necesidades de manejo de aguas residuales. El estado debe diversificar su economía porque tiene una dependencia enorme en el sector petrolero. Mejorar nuestra salud pública y calidad de vida requerirá de una inversión significativa. También, al modernizar nuestra red eléctrica e incrementar la energía limpia y renovable, seremos testigos de menos desastres climáticos y eventos meteorológicos extremos como las inundaciones y los incendios.

 

Los líderes de fe de todo el país se han unido en un llamado por un paquete audaz de recuperación e infraestructura que nos ayudará a reconstruir de manera tal que seamos más fuertes que nunca. Al igual que nuestros líderes de fe nos guiaron a través de los momentos más oscuros e inciertos del año pasado, también pueden guiar nuestra nación a reconstruir mejor. Por eso New Mexico Interfaith Power and Light se unió a más de 3,400 otros líderes de fe de todo el país y sumó su nombre a una carta al Congreso que hace un llamado por un paquete de recuperación económica e infraestructura significativo que cree empleos que sostengan a las familias y a las comunidades mientras se cuida de nuestro clima y de nuestros vecinos.

 

La hermana Joan Brown, directora ejecutiva de New Mexico Interfaith Power and Light, dijo alguna vez: “Es un imperativo moral lidiar con los efectos del cambio climático y asegurarnos de que se haga una intersección con las comunidades”. Debemos proteger lo que Dios ha puesto en nuestras manos. La respuesta no debe temerle al cambio porque tenemos que aprender a adaptarnos. Contamos con los miembros del Congreso para convertir esta visión en una realidad. Deben apoyar completamente la aprobación de proyectos de ley que ayuden a las familias a levantarse mientras se protege a nuestra salud pública y a nuestro sagrado medioambiente.

 

 

By Arcelia Isais-Gastelum

Arcelia Isais-Gastelum de New Mexico Interfaith Power and Light & ReNew Mexico.

 

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